No son nuestras la carne del fauno ni las visiones del santo.
Ezra Pound
Cuanto menos se tiene más importante es tu voto. Los votos construyen hospitales. Con la indiferencia no se construye nada.
Alfredo Pérez Rubalcaba
Un hombre cuenta sus historias tantas veces que al final él mismo se convierte en esas historias. Siguen viviendo cuando él ya no está. De esta forma, el hombre se hace inmortal.
Billy Crudup
Un humanismo bien ordenado no comienza por sí mismo, sino que coloca el mundo delante de la vida, la vida delante del hombre, el respeto por los demás delante del amor propio.
Claude Lévi-Strauss
¿Qué respondía el oráculo de Delfos cuando se le preguntaba cuáles eran los ritos o cultos más aceptables para los dioses? Aquellos que están legalmente establecidos en cada ciudad.
David Hume
El hombre parece tener más carácter cuando sigue su temperamento que cuando sigue sus principios.
Friedrich Nietzsche
Te llamas Loveth. Eres pero no eres. Vete, pero quédate y limpia. Consume, cuida, paga IVA, pero no se te ocurra enfermar.
Ignacio Escolar
El sufrimiento humano ha alcanzado su culmen en la pasión de Cristo.
Juan Pablo II
Yo siempre cumplo mis juramentos.
Kalimán
Soy ciego a los colores. Por eso uno de mis símbolos favoritos es el pavo real, en cuyas plumas se unen todos los colores en armonía.
Michael Jackson
Buscad una mujer con una gran dote: no hay deuda pública extranjera que lleve tanta ruina a las casas.
Michel de Montaigne
La opción más sencilla parecía pedirle prestado dinero a algún amigo, pero valoraba demasiado a mi puñado de amigos como para arriesgarme a perderlos por dinero. Como decía mi padre: Hay dos formas infalibles de perder a un amigo: una es pedirle dinero prestado, y la otra, prestárselo.
Patrick Rothfuss
Es la fea graciosa mil veces más terrible que la hermosa.
Ramón de Campoamor
No os espante la muerte; o extermina o transforma vuestra existencia.
Séneca
Aquella teoría que no encuentre aplicación práctica en la vida, es una acrobacia del pensamiento.
Swami Vivekananda
Más vale retener al diablo a la puerta que echarlo de casa.
Thomas Fuller