La mente del hombre no tiene estado legal. ¿Quién puede decir quién es más libre, yo o el inmortal emperador?
Evelyn Waugh
El exceso de bondad es el menos peligroso de los excesos.
Alberto Hurtado
No le temo a nada, por lo tanto podré verme a mí mismo.
Carlos Castaneda
Las fronteras entre los sentidos y el espíritu son el coto de caza del demonio.
Coventry Kersey Dighton Patmore
Nadie es tan viejo que no pueda vivir un año más, ni tan mozo que hoy no pudiese morir.
Fernando de Rojas
El papel más honroso en una conversación corresponde al que da la ocasión a ella, y luego al que la dirige y hace que se pase de un asunto a otro, pues así uno dirige la danza.
Francis Bacon
La fortaleza de los hombres juiciosos no es más que el arte de encerrar el propio desasosiego dentro del corazón.
François de La Rochefoucauld
La especie de mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. El engañar a los demás es un defecto relativamente raro.
Friedrich Nietzsche
Es una previsión muy necesaria comprender que no es posible preverlo todo.
Jean-Jacques Rousseau
Los filósofos viven en la luna.
John Ford
Tara no es una diosa a la que haya que adorar. Tara es la Tierra. Tara somos nosotros, todos nosotros.
Laura Gallego García
Un vigilante es un hombre que lucha por satisfacción propia, puede ser destruido o encarcelado. Pero, si se convierte en algo más que sólo un hombre, si se puede dedicar a un ideal, y si ellos no lo pueden parar entonces se transforma en otra persona. Una leyenda, Sr. Wayne.
Liam Neeson
A menudo, sólo es posible llegar a un conocimiento correcto después de muchas repeticiones del proceso que conduce de la materia a la conciencia y de la conciencia a la materia, es decir, de la práctica al conocimiento y del conocimiento a la práctica. Esta es la teoría marxista del conocimiento, la teoría materialista dialéctica del conocimiento.
Mao Zedong
Echarle la culpa de tus errores a tu naturaleza no cambia la naturaleza de tus errores.
Thomas Harris
El hastío se origina bien de una debilísima conciencia de la existencia propia, que no puede impulsarnos a la acción, o bien de una conciencia excesiva, por la que advertimos la imposibilidad de actuar en la medida que querríamos.
Ugo Foscolo
Y por eso te comprendo y me comprendes, por eso en este frío viernes miras a mis ojos y me entiendes.
ZPU