El hombre que pide a los dioses la muerte es un loco: no hay en la muerte nada tan bueno como la miseria de la vida.
Eurípides
Para vida reposada (y otra no es la que Dios nos mandó) basta mujer de tal traza que me traiga paz en casa; todo el resto tengo yo.
Bartolomé Torres Naharro
Todo es don de Dios. Y sólo reconociendo esta dependencia vital del Creador, encontraremos libertad y paz.
Benedicto XVI
La gente dice un montón de cosas cuando está enfadada.
Emma Thompson
Ni el sol ni la muerte pueden ser mirados fijamente.
François de La Rochefoucauld
Pocas cosas son necesarias para hacer feliz al hombre sabio, pero nada satisface al tonto; esta es la razón de que gran parte de la humanidad sea miserable.
Constituye una fineza el que Dios aprendiese griego cuando quiso hacerse escritor - y el que no lo aprendiese mejor.
Friedrich Nietzsche
La misma verdad toma el color de la disposición del que la dice.
George Eliot
Todo llega para el que sabe esperar.
Henry Wadsworth Longfellow
De todas formas, es una droga de mierda. La primera vez es la mejor. Luego no haces más que ir detrás de ese primer cuelgue.
Irvine Welsh
¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras me dirás que te amo? Esto es urgente porque la eternidad se nos acaba...
Jaime Sabines
Mi intención en esto es demostrar que la máquina celestial puede compararse no a un organismo divino sino más bien a un engranaje de relojería... Puesto que casi todos los múltiples movimientos son ejecutados por medio de una única fuerza magnética muy simple, como el caso de un reloj en el cual todos los movimientos son producidos por un simple peso.
Johannes Kepler
El marxismo es esencialmente político, se propone cambiar la estructura político-social de la polis. Esto sólo puede hacerse a través de una revolución (más o menos violenta, más o menos pacífica) para lo cual se necesita contar con una fuerza que no puede ser otra que la del proletariado.
José Luis López Aranguren
La gloria no consiste en no caer nunca, sino más bien en levantarse las veces que sea necesario.
Mario Benedetti
No me hables como si comprendieras mis pecados. - No me hables tú a mí como si supieras qué comprendo y qué no comprendo. Alvin se rió, sombrío. - Oh, qué boca tienes. - No tienes respuesta para lo que he dicho, así que me reprochas lo que digo. - No voy a reprocharte nada. Te he dicho que no vengas conmigo.
Orson Scott Card
La felicidad no es una estación a la cual hay que llegar, sino una manera de viajar.
Walter Riso