Así como nuestro cuerpo es mortal, las iras no deben ser inmortales. Así hablan los sabios.
Eurípides
Envidio a Hitler. Él no tiene que arrastrar vagones vacíos.
Benito Mussolini
Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches.
Benjamin Franklin
Sin dolor no se forma el carácter; sin el placer, el espíritu.
Ernst von Feuchtersleben
La ética del PT es robar.
Fernando Henrique Cardoso
Desde el cuarto que construimos a nuestro alrededor, estiramos las manos para tocas la ventana abierta al otro lado del jardín.
Hugo Gutierrez Vega
Renunciar a nuestra libertad es renunciar a nuestra calidad de hombres, y con esto a todos los deberes de la humanidad.
Jean-Jacques Rousseau
Las leyes son siempre útiles para las personas que tienen bienes y dañinas para los desposeídos.
El Nuevo Testamento, y en gran parte también el Antiguo, es el alma del hombre. No se puede criticar: es él quien te critica.
John Jay Chapman
Sólo se había preocupado por las cosas terrenales, por las pequeñas cosas pasajeras de la vida, olvidando las que llevan hacia la eternidad, las que unen los dos extremos del golfo y hacen de la muerte el paso de un mundo al otro, del amanecer al pleno día.
Lucy Montgomery
El principio de que la mayoría tiene el derecho a gobernar a la minoría convierte a todo gobierno en una competencia entre dos cuerpos de hombres, entre quienes mandarán y quienes serán esclavos; una competencia que nunca podrá terminar mientras el hombre se resista a ser esclavo.
Lysander Spooner
Apoyada a un árbol desnudo de raras hojas una noche estrellada.
Masaoka Shiki
Desde 1987 he cuestionado la hipótesis del VIH SIDA porque el VIH está latente y presente en sólo una de cada 500 células T en el SIDA, porque no es conducta típica de los retrovirus matar células y porque el SIDA se manifiesta en promedio unos 10 años después de que el virus ha sido neutralizado por anticuerpos.
Peter Duesberg
Cuanto mayor es el placer sexual del hombre, mayor es la felicidad de la mujer.
Platón
Soy un berlinés.
Silvio Berlusconi
No amar ya a una mujer, equivale a odiarla.
Théophile Gautier