Nunca es tiempo perdido el que se emplea en escuchar con humildad cosas que no se entienden.
Eugeni d'Ors
Otorga a cada palabra raíces en el corazón.
Alejandro Jodorowsky
Sólo duraré lo que dure mi organismo.
Debo tener algún tipo de récord al no entrar en las listas.
Anni-Frid Lyngstad
Si las acciones humanas pueden ser nobles, vergonzosas o indiferentes, lo mismo ocurre con los placeres correspondientes. Hay placeres que derivan de actividades nobles, y otros de vergonzoso origen.
Aristóteles
Ciencia es el arte de crear ilusiones convenientes, que el necio acepta o disputa, pero de cuyo ingenio goza el estudioso, sin cegarse ante el hecho de que tales ilusiones son otros tantos velos para ocultar las profundas tinieblas de lo insondable.
Carl Gustav Jung
Todo aquello en lo cual ponemos nuestra atención adquiere mayor fuerza en nuestra vida. Cuando experimentamos dolor, tratamos de evitarlo o de escapar de él. Pero mientras más tratamos de hacerlo, más ponemos nuestra atención en la idea del dolor.
Deepak Chopra
Cuando hay un exceso de amor, el hombre pierde su honor y su valía.
Eurípides
La simpatía es una sonrisa grande, y una sonrisa grande no es nada más que dientes.
Jack Kerouac
El consumidor termina pagando todas las ineficiencias del sistema.
Jorge González Moore
No es por Dios es por el monopolio del petroleo.
Kase.O
Confundir esto, que era una experiencia religiosa para ampliar los estados de percepción, con una cosa para divertirse y pasar el rato es la triste degradación propia de nuestra decadente civilización occidental.
Luis Racionero
Las leyes cambian menos rápidamente que las costumbres; son peligrosas cuando quedan a la zaga de éstas, pero aún lo son más cuando pretenden precederlas.
Marguerite Yourcenar
El que procura contar las estrellas, no sabiendo aún contar los tantos y nudos de las cuentas, digno es de risa.
Pachacútec
A las ovejas se las puede esquilar pero no despellejar.
Tiberio
Pero yo tengo cierta confianza, porque el corazón justo y fuerte de las mujeres es siempre piadoso con la debilidad y la ignorancia del hombre.
Vicente Blasco Ibáñez