La música está por encima del pensamiento.
Eugène Delacroix
El mal continúa existiendo en el mundo debido a que las personas tan sólo hablan de sus ideales, pero no hacen lo necesario por llevarlos a la práctica. Si las acciones tomaran el lugar de las palabras, muy pronto la miseria del mundo desaparecería para transformarse en prosperidad.
Abdu'l-Bahá
El que posee mucho dinero puede especular; el que tiene poco no debe hacerlo; el que está sin blanca se ve obligado a ello.
André Kostolany
De ahí que sueñen que en la Sagradas Escrituras se ocultan profundisimos misterios y que se fatiguen en investigar semejantes absurdos.
Baruch Spinoza
El hambre pasa por delante de la casa del hombre laborioso, pero no se atreve a entrar en ella.
Benjamin Franklin
Placer y pena son los dos únicos resortes que mueven y moverán el mundo.
Claude Adrien Helvétius
La verdad no es otra cosa que falsedad bien disfrazada.
George Farquhar
La verdad es que la inteligencia es consecuencia del pensamiento; no es que el pensamiento sea consecuencia de la inteligencia.
Glenn Doman
Al hombre que sabe lo que es devoción sincera, que se consume al servicio de una causa digna, al que, en el mejor de los casos, conoce finalmente el logro supremo del triunfo y, en el peor, si falla cuando mayor es su osadía, sabe que su lugar nunca estará entre esas almas tímidas y frías que jamás conocen la victoria ni la derrota.
Jack Canfield
El que quiera seriamente disponerse a la búsqueda de la verdad, deberá preparar, en primer lugar, su mente para amarla.
John Locke
A mí me ha de enamorar, de una manera acendrada, mujer que no luzca nada sino este particular: como la tierra ha de ser de sencilla y amorosa, que así será más esposa y así será más mujer.
Miguel Hernández
Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la promesa.
Pablo de Tarso
Tiene el estilo técnico de los Brasileños.
Raúl González Blanco
Lo mejor es enemigo de lo bueno.
Sigmund Freud
La oposición dice que me vaya a mi casa: ¿A cual?, tengo veinte.
Silvio Berlusconi
El secreto de no hacerse fastidioso consiste en saber cuando detenerse.
Voltaire