En política todo error es un crimen.
Eugène Chatelain
Seré ingeniero, decía uno; y su compañera afirmaba: pues yo agrónomo. Y yo aviador, agregaba jovial un tercero. A ninguno de nosotros se nos ocurría dudar un instante de una cosa: de que teníamos abierto un amplio camino hacia los estudios universitarios, hacia el trabajo y la creación.
Aleksandr Kótov
No estoy interesado en escribir historias cortas. Cualquier cosa que no gaste años de tu vida y te conduzca hacia el suicidio, difícilmente merecerá ser hecha.
Cormac McCarthy
Las cicatrices del rostro poco me importan, o nada; las que me importan, y mucho, son las que tengo en el alma.
Estanislao del Campo
Es, sin duda, menos difícil morir por un amigo, que encontrar un amigo digno de que alguien muera por su causa.
François Louis Claude Marin
La afirmación de que los mansos poseerán la tierra está muy lejos de ser una afirmación mansa.
Gilbert Keith Chesterton
El valor consiste en buscar la verdad y decirla, en no plegarse ante la ley de la mentira triunfante que pasa y en no hacernos eco en nuestra alma, en nuestra boca y en nuestras manos de los aplausos imbéciles y los abucheos fanáticos.
Jean Jaurès
Estoy medio aburrido medio fascinado.
Jesse Eisenberg
La poesía no es diferente, en esencia, a un juego de a escondidas en que el poeta la descubre y la denuncia, y entre ella y él, como en amor, todo lo que existe es la alegría de este juego.
José Gorostiza
El capitalismo ofrece una legitimación del poder, que ya no baja del cielo de las tradiciones culturales, sino que puede obtenerse desde la misma base del trabajo social.
Jürgen Habermas
Los celos no son corrientemente más que una inquieta tiranía aplicada a los asuntos del amor.
Marcel Proust
El imperio es la paz.
Marlene Dietrich
Tan cobarde es el que teme vivir más tiempo, como el que teme morir.
Phineas Fletcher
Todo lo que aprendí como actor, lo he aplicado básicamente a la escritura.
Quentin Tarantino
En todo el mundo, en el maravilloso balance de belleza y disgusto, se encuentran cosas malas y buenas.
Ralph Waldo Emerson
Aprendí el vocabulario del amo, dueño y patrón, me mataron tantas veces por levantarles la voz, pero del suelo me paró, porque me prestan las manos, porque ahora no estoy solo, porque ahora somos tantos.
Víctor Jara