A veces las cosas más pequeñas contienen las fortunas más grandes.
Esteban Navarro
El punto de partida es una pregunta.
Alberto Manguel
Para que tu tristeza muda no oyese mis palabras, te hablé bajito.
Antonio Porchia
El poder siempre intenta domesticar lo que no puede controlar.
Arturo Pérez-Reverte
QuerÃa darles las gracias por venir y beberse todo mi licor. No, en serio. Es un hecho que cuando uno es un Wayne, nunca faltan algunos parásitos como ustedes para llenar una mansión. Asà que brindo por ustedes. Gracias.
Christian Bale
El amor es como el sarampión: cuanto más tarde llega, peor.
Douglas William Jerrold
Se nota que Hebreos está puesto inmediatamente después de Romanos (una posición casi sin precedente), lo cual muestra que en la fecha remota en que se escribió este manuscrito no se dudaba que Pablo fuera su autor.
Frederic G. Kenyon
No se ha destruido la fuerza del futuro: lo que ocurre es que éste ya no es ideológico-polÃtico, sino que se sustenta en la dinámica técnica y cientÃfica.
Gilles Lipovetsky
No escribo música moderna, sólo escribo buena música.
Igor Stravinski
La ciencia junto con la técnica ha descubierto de modo inigualable las posibilidades del hombre con respecto a la materia, y ha conseguido también dominar el mundo interior de su pensamiento, de sus capacidades, tendencias y pasiones.
Juan Pablo II
El envejecimiento, en especial el aparente, no es de ningún modo un proceso continuo, se puede más bien caracterizar la vida como una sucesión de escalones separados por caÃdas bruscas.
Michel Houellebecq
Al bien hacer jamás le falta premio.
Miguel de Cervantes
Beber sin sed y amar en todo tiempo es lo único que diferencia al hombre del animal.
Pierre-Augustin de Beaumarchais
Nadie le exige a Balzac que sea Stendhal. A Balzac sólo se le exige que sea Dios.
Roberto Bolaño
La poesÃa es una visionaria y arriesgada tentativa de acceder a un espacio que ha desvelado y angustiado siempre al hombre: el espacio de lo imposible, que a veces parece también el espacio de lo indecible.
Roberto Juarroz
Existe el destino, la fatalidad y el azar; lo imprevisible y, por otro lado, lo que ya está determinado. Entonces como hay azar y como hay destino, filosofemos.
Séneca