¡No lloro ya!... la piedra funeraria para siempre cayó pesada y fría... ¡las losas de las tumbas nunca lloran, y una tumba es, señora, el alma mía!
Estanislao del Campo
No hay nada en el mundo más obstinado que un cadáver: usted puede golpearlo, usted puede romperlo en pedazos, pero usted jamás podrá convencerlo.
Aleksandr Herzen
Religión sin filosofía es sentimentalismo o fanatismo y filosofía sin religión sólo es especulación mental.
Bhaktivedanta Swami Prabhupada
Un protector excelente de la oveja, es el lobo.
Cicerón
Sólo los que están en condiciones de vivir no tienen miedo de morir.
Douglas MacArthur
-Cuidado con las orejas -dije a modo de colofón-; siempre aparecen donde uno menos las espera.
Eduardo Mendoza
No me preocupa nada, como Juan sin miedo, porque nada temo responder, el proceso es de risa, no se sostiene, no se lo cree nadie.
Francisco Camps
La sencillez de carácter es el resultado natural del pensamiento profundo.
Henry Hazlitt
Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino.
Julio Cortázar
Nada hay mas importante en la gestión empresarial como el saber motivar a la gente. Una motivación vale por diez amenazas, dos presiones y seis memorandos.
Lee Iacocca
Sueño con abrirme un camino que no siempre será fácil entre los viejos campos.
Matsuo Basho
Cualquier gran escritor, o simplemente buen escritor, elabora un mundo en consonancia con su propia especificidad. Tal cosa es consustancial al estilo propio, aunque no se trate, únicamente, del estilo. Se trata, en suma, de la firma inimitable que pone en todas sus cosas el escritor. Este es su mundo y no otro. Esto es lo que diferencia a un escritor de otro.
Raymond Carver
De uno mismo depende ser dueño de sí mismo.
Robert Baden-Powell
El miedo a envejecer nace del reconocimiento de que uno no está viviendo la vida que desea. Es equivalente a la sensación de estar usando mal el presente.
Susan Sontag
La vida es la vida, defiéndela.
Teresa de Calcuta
No hay un hombre en mi vida.
Teri Hatcher