Tu eres la llama que la brisa leve hace ondular, apenas, cariñosa; yo, la víctima triste de ese fuego, la pobre, enamorada mariposa.
Estanislao del Campo
No hay perfección donde no hay elección.
Baltasar Gracián
La cuestión de la verdad es la cuestión esencial de la fe cristiana.
Benedicto XVI
Porque hay pocos o ninguno que quieran desengañarse por consejo de otro alguno.
Cristóbal de Castillejo
Tengo una gran fe en los tontos; confianza en si mismo lo llaman mis amigos.
Edgar Allan Poe
Es indudable que en su época la teoría freudiana tenía un carácter desafiante y revolucionario. Pero lo que era cierto alrededor de 1900 ya no lo es cincuenta años más tarde.
Erich Fromm
Hay gente que se preocupa más por el dinero que los pobres: son los ricos.
Ernesto Sabato
No me preocupa nada, como Juan sin miedo, porque nada temo responder, el proceso es de risa, no se sostiene, no se lo cree nadie.
Francisco Camps
Los amigos íntimos son los que están más próximos a tornarse enemigos acérrimos.
Ignacio Manuel Altamirano
Lo que parece anormal en la vida es completamente normal en el arte. Es de hecho la única cosa de la vida completamente normal en el arte.
Oscar Wilde
Casi que a la fuerza recorro las horas, que no me encuentra el día si no encuentro su boca.
Roberto Iniesta
Mientras no elaboremos una concepción sólida sobre la posibilidad de democratizar el aparato de Estado capitalista, transformándole así en una herramienta válida para construir una sociedad socialista, sin necesidad de destruirle radicalmente, por la fuerza, o bien se nos acusará de tacticismo, o bien se nos identificará con la socialdemocracia.
Santiago Carrillo
La religión de un hombre es el hecho principal de cuantos a él conciernen.
Thomas Carlyle
¿Creías que el mundo termina donde tú acabas? Tú eres ya no fin, pero ni siquiera comienzo de ninguna cosa. No eres comienzo ni de ti mismo.
Vicente Gaos
Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad.
Winston Churchill
Piense usted en el tiempo que sustraemos al desarrollo de una idea, a la continuidad de un monólogo, a la visita de un recuerdo precioso, que, una vez interrumpidos, se escapan y se esconden en el desván de nuestra memoria para reaparecer quién sabe cuándo.
Xavier Villaurrutia