Nada sabe de calamidades quien no las ha tenido de enemigas.
Esquilo
¡Amigo mío, has salvado a mi padre, y mi agradecimiento es tan inmenso, que no puede expresarse con palabras! ¡No te olvidaré nunca, porque los ingratos son los más despreciables de los hombres!
Carlo Collodi
La precisión es siempre ventajosa para la belleza, y el razonamiento riguroso para el sentimiento refinado. Vanamente exaltaríamos el uno despreciando el otro.
David Hume
La fuerza del conjunto del sistema imperialista descansa en la necesaria desigualdad de las partes que lo forman,
Eduardo Galeano
No se puede establecer verdadera amistad, sana y enriquecedora, si no se es primero uno mismo.
Enrique Rojas
Esto es el mundo y yo una persona, todo lo demás llegó después.
Evaristo Páramos
La ciencia ha progresado hasta el punto de que las únicas preguntas atinadas que nos quedan son las ridículas. Las preguntas sensatas se han pensado, formulado y respondido hace tiempo.
Isaac Asimov
Las grandes personas manejarán los grandes problemas con efectividad.
John C. Maxwell
Vivir es conocer y experimentar esta vida humana. Acertar o no es secundario.
Juan José Benítez
Decía que cuando un hombre se rodea de leales acólitos es porque en realidad no tiene confianza en sí mismo.
Ken Follett
Para la supervivencia, el bienestar y el desarrollo socioeconómico de toda la humanidad es un requisito fundamental tener garantizado el acceso a un suministro suficiente de agua potable. Sin embargo, continuamos actuando como si el agua dulce fuera un recurso abundante e inagotable, cuando no lo es.
Kofi Annan
Hay personas que no buscan algo lógico, como por ejemplo el dinero. No se les puede comprar ni amenazar, ni se puede razonar o negociar con ellas. Algunas personas solo quieren ver arder el mundo.
Michael Caine
Los verdaderos líderes, están dispuestos a desempeñar cualquier tipo de trabajo cuando la ocasión lo amerita, situación en la cual, ellos le dirían a otro que la desempeñara.
Napoleon Hill
La libertad es un conjunto de pequeñas restricciones.
Peter Hille
Veloz, veloz volaba el barco, pero navegaba suave también: dulce, dulce soplaba la brisa, en mí solo soplaba.
Samuel Taylor Coleridge
Concedo gran crédito al juicio de los grandes hombres, mas no por eso dejo de tener el mío.
Séneca