No es la palabra de un hombre la que nos hace creer en él, sino él en la palabra.
Esquilo
Hay tanta gente que escribe para lucirse... Yo empecé así y fracasé hasta el día en que olvidé esas pretensiones.
Adolfo Bioy Casares
Una poderosa memoria, concentración, imaginación y una fuerte voluntad.
Bobby Fischer
No hay nada peor que sentir picor y no poder rascarse.
Brion James
Saber alejarse y acercarse es la clave de cualquier relación duradera.
Doménico Cieri Estrada
Para que exista una sombra debe haber un obstáculo, pero también una luz todo es cuestión del ángulo.
El Chojin
Ahora sí que tú y yo estamos más lejos uno del otro que dos estrellas de diferentes galaxias.
Enrique Lihn
Ahora quisiera pedirte que me hagas una observación; desde que no trabajo con instrumentos, tengo que apelar al prójimo.
Johannes Kepler
Cercano está el momento en que veremos si el pueblo manda, si el pueblo ordena, si el pueblo es el pueblo y no una multitud anónima de siervos.
Jorge Eliécer Gaitán
No compré un solo voto más de lo necesario. Me maldecirán más si la situación no funcionara.
Joseph P. Kennedy
La fuerza principal de Lenin estaba en comprender la lógica interna del movimiento y en dirigir su política de acuerdo con ella. No imponía sus planes a las masas, sino que ayudaba a éstas a tener conciencia de sus propios planes y a realizarlos.
León Trotski
Pero el pensamiento trajo poder y conocimiento y, ataviada con ellos, la raza del hombre asumió dignidad y autoridad.
Mary Shelley
El que quiere todo lo que sucede, consigue que suceda cuanto quiere. ¡Omnipotencia humana por resignación!. A esta resignación sólo por la gracia se llega.
Miguel de Unamuno
La crítica es una actividad gracias a la cual el hombre puede llegar a hacerse, importante y temible a muy poca costa... Aquel a quien la naturaleza hizo débil y la pereza lo mantuvo ignorante, puede, sin embargo, sostener su vanidad con la nombradía de crítico.
Samuel Johnson
Aunque amor sea virtud, algunas veces perjudica.
Séneca
Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invocar solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prójimo.
Voltaire