Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrarse del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia.
Esquilo
Me tomaste en broma, me tomaste por un niño, le diste un buen vistazo a mi trasero y después jugaste golf un rato. Tu meneo es el de un pez, me diste una palmadita en la cabeza, me invitaste a comer y a beber y a hacerme el 69, pero no escuchaste ni una maldita palabra de lo que dije.
Alanis Morissette
Algunas veces la única forma de atrapar una mujerimposible de atrapar... es ofreciéndole un anillo de matrimonio.
Albert Finney
Quien habla de cosas que no le atañen, escucha cosas que no le gustan.
Averroes
Usted puede aprender élfico, si lo desea. Es una lengua como el italiano y el Inglés. Usted puede aprender a leerlo, a escribirlo, y a hablarlo.
Christopher Lee
Y nada me gusta más que tu risa, corazón. Ese es mi mejor lugar, esa es mi mejor canción.
Fito Páez
Es un hecho que el ejercicio de la libertad de escoger conlleva la posibilidad de equivocarse, la posibilidad de una elección poco razonable o insensata. La falla no está en el intercambio, sino en la imperfección de la naturaleza humana. Y el remedio hemos de buscarlo en la responsabilidad, es decir en la libertad, que es la fuente de toda experiencia.
Frédéric Bastiat
En vano se echa la red ante los ojos de los que tienen alas.
Gabriela Mistral
Aprende de mí que un hombre prudente, que ha escuchado una acusación penal relacionados con tantos pormenores absurdo deja de ser prudente cuando se hace a sí mismo el eco de lo que ha escuchado, ya que si la acusación debía ser un factor calumnia, el orador A sí mismo convertido en el cómplice de la slanderer.
Giacomo Casanova
Soy capaz de imaginar formas de servidumbre peores que las nuestras, por más insidiosas, sea que se logre transformar a los hombres en máquinas estúpidas y satisfechas, creídas de su libertad en pleno sometimiento, sea que, suprimiendo los ocios y los placeres humanos, se fomente en ellos un gusto por el trabajo tan violento como la pasión de la guerra entre las razas bárbaras.
Marguerite Yourcenar
En cuantas cosas emprendemos hay que conceder dos terceras partes a la razón y la otra tercera a la casualidad: aumentad la primera fracción y seréis pusilánimes; aumentad la segunda y seréis temerarios.
Napoleón Bonaparte
La religión no mantiene a nadie. Tiene que ser mantenida. No produce trigo ni maíz; no ara la tierra; no derriba bosques. Es una mendiga perpetua. Vive del trabajo de otros, y luego tiene la arrogancia de de pretender que ayuda al que da.
Robert G. Ingersoll
Ama tu ritmo y rima tus acciones; bajo su ley, así como tus versos; eres un universo de universos, y tu alma, una fuente de canciones.
Rubén Darío
Y a pesar de la dicha que se brindaba a mi dolor, no tenía más deseo que éste: volver a España para escribirlo.
Samuel Ros
La vejez es una enfermedad incurable.
Séneca
Todo el daño nos viene de no tener puestos los ojos en Vos, que si no mirásemos otra cosa que el camino, pronto llegaríamos...
Teresa de Jesús