Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.
Esopo
Despacio, como se mira un buen cuadro, como se abraza al diablo.
Amaia Montero
Mujer que habla latín, nunca tendrá buen fin.
Anónimo
Hay algunos obsesos de prudencia, que a fuerza de querer evitar todos los pequeños errores, hacen de su vida entera un solo error.
Arturo Graf
Cerca del final de mis días quiero manifestar que no guardo rencor a nadie, que amo a mi patria por encima de todo, que asumo la responsabilidad política de todo lo obrado.
Augusto Pinochet
¿Para qué son las guerras, Dios mío? ¿Por qué estos hombres no han de ser amigos en todas las ocasiones de la vida como lo son en las de peligro? Esto que veo, ¿no prueba que todos los hombres son hermanos?
Benito Pérez Galdós
Un astrónomo que no sienta devoción es un loco.
Charles Augustus Young
A vestirnos de la mejor actitud, sonrisa y corazón agradecido!
Frances Ondiviela
Si tomo en cuenta mis sentimientos durante el día y trato de hacer aquello que realmente deseo no siento haber perdido el tiempo al final de la jornada.
Hugh Prather
Contagiaba esperanza, ilusión (excepto a los que querían privilegios indebidos), y lo viví como natural. ¡Por eso el franquismo me resultó tan antinatural, antihumano! el norte cayó en 1937..., y fui movilizado como soldado franquista: ver a obispos bendiciendo cañones me convenció de que ese bando defendía privilegios y pesetas. (Sobre la Guerra Civil)
José Luis Sampedro
El cuento oral no es la abuela sino la mecedora de la abuela.
José Víctor Martínez Gil
La preocupación tiene más preguntas que respuestas, y a menudo piensa en desistir.
Max Lucado
Ahí está la Mano Superior que dice: A veces mis hijos tienen ojos y no ven. Tienen oídos y no oyen. Así, les exigiré a algunos que no sean sordos ni ciegos para mí.
Paulo Coelho
El abogado siempre tiene prisa.
Platón
Ya no hay peces de colores, sólo seres racionales, y de los animalitos sólo nos quedan postales, dibujados ¡qué bonito! en tu imaginación.
Roberto Iniesta
Lo que importa no es que vivas mucho, sino que vivas bien; y a menudo vivir bien consiste en no vivir mucho.
Séneca