Sin dolor no se forma el carácter; sin el placer, el espíritu.
Ernst von Feuchtersleben
El gran deseo del corazón inquieto es el de poseer interminablemente al ser que ama.
Albert Camus
Para un historiador las bibliotecas son el alimento, el refugio, e incluso la inspiración. Las hay de dos tipos: las bibliotecas de materiales publicados, libros, folletos, publicaciones periódicas; y los archivos de documentos inéditos.
Barbara Tuchman
Dicen que la historia se repite, lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan.
Camille Sée
Siempre tuve miedo al futuro, porque en el futuro, entre otras cosas, está la muerte.
Ernesto Sabato
El que lo piensa todo primero, no escribe nada después.
Francisco Umbral
Cuando aprendas a leer serás libre para siempre.
Frederick Douglass
La disciplina es el alma de un ejército. Hace formidable a un pequeño grupo, le da fuerza a los débiles y sube la autoestima de todos.
George Washington
¡Qué extraño es vagar en la niebla! Ningún hombre conoce al otro.
Hermann Hesse
Según el inductivismo sólo pueden tener cabida en la ciencia aquellas proposiciones que, o bien describen hechos indiscutibles, o son generalizaciones inductivas infalibles a partir de aquéllos. Cuando un inductivista acepta una proposición científica, la acepta como una verdad probada y la rechaza si tal no es el caso.
Imre Lakatos
Los animales feroces no matan nunca por placer; sólo el hombre lo hace.
James Anthony Froude
Muchos jóvenes se afanan por ideas y conceptos que tendrán en veinte años.
Jean-Paul Sartre
Schiaretti tiene la cara de fierro, se la hicieron en Somisa.
Luis Juez
Estoy interesada en cómo la identidad es transitoria. ¿Cómo sabemos lo que realmente somos, cuando las distintas situaciones entornos dictan la forma en que nos comportamos? Estoy interesado en el papel que todos jugamos. Nos pasamos la vida entera convertirendonos en nosotros mismos, cuando nacemos como nadie.
Marina and the Diamonds
La única división natural del hombre es en fuertes y débiles, listos y tontos.
Oswald Spengler
Era una pasión por la mirada, y en su mirada estaban los ojos antes del tiempo; dice su padre que el tiempo es melancolía, y cuando se para lo llamamos eternidad.
Sor Juana Inés de la Cruz