Dios existe, pero a veces duerme: sus pesadillas son nuestra existencia.
Ernesto Sabato
¿No existen deberes agradables? Se convierten en agradables cuando se hagan...
August Strindberg
El tiempo cura las penas y las injurias porque todos cambiamos y dejamos de ser la misma persona; ni el ofensor ni el ofendido son el mismo.
Blaise Pascal
El silencio eterno de estos espacios infinitos me horroriza.
Nuestra premisa es y siempre ha sido tener muy presente que nos vamos sin nada; que sólo podemos hacer las cosas en vida y que el empresario es un creador de riqueza que administra temporalmente.
Carlos Slim
El pasto es para las vacas.
Guillermo Vilas
No es tan fiero el león como lo pintan.
H. G. Wells
Allí digo que si en el tiempo de la infancia no hubiésemos tenido una cosa sagrada para reverenciar, un río, un mar, una montaña, un árbol, no hubiésemos sido poetas. La sacralidad es lo más importante en el ser humano, la sacralidad es un estado, una situación, una pasión por comprender, y sin esto no podemos vivir plenamente.
Hanni Ossott
Imagine el amor que hace falta para reinventarse sin tregua la presencia del ser amado. Esa mujer tiene razón: no porque se haya marchado ha dejado de existir. Con un poco de fantasía dentro de uno, la soledad no existe.
Marc Levy
La castidad de una mujer consiste, como en las cebollas, en una serie de faldones.
Nathaniel Hawthorne
No tengo intención de quererte -repuso Coraline-. Hagas lo que hagas, no puedes obligarme a quererte.
Neil Gaiman
Imposible librarse de los cuernos, único requisito ser casado.
Nicanor Parra
Nuestra mayor gloria no está en no haber caído nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos.
Oliver Goldsmith
Cualquier cosa es fácil si uno puede asimilarlo a la propia colección de modelos. Si eso no es posible, cualquier cosa puede resultar angustiosamente difícil.
Seymour Papert
La oración es para el alma lo que el alimento es para el cuerpo.
Vicente de Paul
Estoy tratando de evitar la desmoralización que causa el ocio, imponiéndome alguna disciplina. Ayudar a J. R. no es suficiente para llenar el día.
Zenobia Camprubí Aymar