Naces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande que necesitas compartir la vida para olvidarlo.
Erich Fromm
Sobre la momificada mandona, sobre las cenizas, el mandón se unirá a otra sin unirse, más serán unidos.
Benjamín Solari Parravicini
Gran artista como era, descubrió que, sencillamente, aquella dulce y suave criatura había llevado aquella noche al escenario de la Opera algo más que su arte, es decir, su corazón.
Gastón Leroux
Dios cuando reza se mira al espejo.
Jorge Díaz
El cuento debe ser presentado al lector como un fruto de numerosas cáscaras que van siendo desprendidas a los ojos de un niño goloso.
Juan Bosch
Cuanto más conozco a los hombres, más admiro a los perros.
Madame de Sévigné
Trabajamos siempre para dar forma a nuestra vida, pero copiando sin querer, como un dibujo, los rasgos de la persona que somos y no los de aquélla que nos agradaría ser.
Marcel Proust
Lo que me atormenta es mi propia ignorancia y mi incapacidad.
Noah Gordon
La prisión es dura. No quiero pensar mucho en eso, ahora estoy libre. He soñado con este día, pues pasé la mayor parte del tiempo confinado a una celda solitaria.
Pete Doherty
¡Creedme! ¡Vivid sin esperar a mañana! ¡Coged hoy mismo las rosas de la vida!
Pierre de Ronsard
Mira nena, hay ciertas cosas que no están permitidas, tales como beber Don Perignon del 53 a una temperatura superior a los 4º, es tan malo como escuchar a los Beatles sin taparse los oídos.
Sean Connery
El que abandona todo por ser útil a su patria, no pierde nada y gana cuanto le consagra.
Simón Bolívar
Hasta los mejores matrimonios pasan años horribles. Es una lástima que tengáis la tentación de rendiros, pero no lo hagáis, aguantad. Llegará un día en el que recordaréis este momento como el preludio de algo mucho más completo y rico de lo que jamás hubierais soñado.
Steve Carrell
Estoy nerviosa esta noche. Muy nerviosa. Quédate conmigo. Háblame. ¿Por qué nunca hablas? Habla. ¿En qué piensas? ¿Qué piensas? ¿Qué? Nunca sé en qué piensas: Piensas.
T. S. Eliot
Abril es el mes mas cruel.
Nosotros predicamos un Dios bueno, comprensivo, generoso y compasivo. Pero, ¿lo predicamos también a través de nuestras actitudes? Si queremos ser coherentes con lo que decimos, todos deben poder ver esa bondad, ese perdón y esa comprensión en nosotros.
Teresa de Calcuta