La crueldad misma está motivada por algo más profundo: el deseo de conocer el secreto de las cosas y de la vida.
Erich Fromm
El ojo humano es un instrumento imperfecto; si rango de de unas cuantas octavas de la 'escala cromática' real. No estoy loco; hay colores que no podemos ver. Y, ¡que Dios me ayude!, la Maldita Cosa es de uno de esos colores!
Ambrose Bierce
Que desaste hicimos.
Amy Winehouse
No ves el río de llanto porque le falta una lágrima tuya.
Antonio Porchia
EspírituSanto; y, en realidad, éste no es otra cosa que la tranquilidad de ánimo que surge en la mente por las buenas acciones.
Baruch Spinoza
Emancipáos de la esclavitud mental, nadie salvo ustedes puede liberar su mente.
Bob Marley
Pocas experiencias venecianas eran más placenteras que subir, preferiblemente de noche, a bordo del Vaporetto 1 -el principal autobús acuático de la ciudad- y sentarse al aire libre a ver pasar las catedrales iluminadas.
Dan Brown
Cuanto más conozco a la gente más quiero a mi perro.
Diógenes
Contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano.
Friedrich Schiller
No hay remedio ni para el nacimiento ni para la muerte. Lo único que nos resta es poder aprovechar el intervalo.
George Santayana
Verdad - Algo que de alguna manera desacredita a alguien.
H. L. Mencken
En medio de la duda, estoy seguro de que por debajo de las capas superficiales y exteriores de fragilidad, los hombres desean ser buenos y quieren ser amados. Verdad es que muchos de sus vicios no constituyen más que atajos que intentan abrir para llegar al amor.
John Steinbeck
Interferir en el sexo entre adultos es una política redentora que lleva al oscurantismo y al poder de las mafias.
José Luis Roberto
Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa está muy cerca de entender los de llevar un país.
Margaret Thatcher
La vida es una sala de espera y que como en las salas de espera hay en la vida quien va de la Ceca a la Meca para aturdirse y olvidarse de que está esperando.
Miguel Delibes
Porque la mayoría, por así decirlo, no se da cuenta de nada, sino que celebra las cosas que ésos pregonan.
Protágoras