El deseo intenso crea no sólo sus propias oportunidades sino además sus propios talentos.
Eric Hoffer
Sólo podemos enamorarnos cuando no sabemos de quién nos hemos enamorado.
Alain de Botton
Dar, siempre dar, hasta que se nos caigan los brazos de cansancio.
Alberto Hurtado
El día es de los hombres; mas la noche, de los dioses, decían los antiguos.
Amado Nervo
Nadie sabe lo que es bueno. Sabemos lo que sería mejor.
Elias Canetti
Tuve el malicioso placer de confundir al lector, de mantenerle en la incógnita, privándome de la panoplia tradicional de los cómics: no hay malos, no hay verdadero suspense y no hay aventura en el propio sentido del término.
Hergé
La superstición prueba que, por ignorante que sea, el hombre siente en él un alma inmortal que aspira a lo desconocido de la vida futura.
Herman Melville
El paso del tiempo exaspera y condensa cualquier tormenta, aunque al principio no hubiera ni una nube minúscula en el horizonte. Uno ignora lo que el tiempo hará de nosotros con sus capas finas que se superponen indistinguibles, en qué es capaz de convertirnos.
Javier Marías
De todos modos, nadie sabe las respuestas a esas preguntas.
Jostein Gaarder
La justicia es un hábito que inclina con constante y perpetua voluntad a dar a cada uno lo que es suyo.
Juan Eusebio Nieremberg
David y Goliat es un libro sobre lo que ocurre cuando la gente normal se enfrenta a gigantes. Con gigantes me refiero a oponentes poderosos de todo tipo: ya sean ejércitos y guerreros imbatibles; ya sean la discapacidad, la desgracia o la opresión.
Malcolm Gladwell
Al borde incluso el aroma a ciruela se vuelve pecoso.
Niji Fuyuno
Nadie dice que en envidioso.
Plutarco
En el fondo se trataba de la mirada, no tan paradójica, de un amante de la intimidad que, cuando ha visto invadida su intimidad, no aprueba del todo que el invasor se levante y se vaya, un, dos, tres, así como así.
Salinger
No es necesaria la fortuna para sólo subsistir.
Séneca
La avaricia y la arrogancia son los principales vicios de los poderosos.
Tácito