Sencillamente me convencí de que por algún misterioso motivo yo era invulnerable y no me engancharía. Pero la adicción no negocia y poco a poco se fue extendiendo dentro de mí como la niebla.
Eric Clapton
Mientras usted viva, debajo de este techo, y en estas cuatro paredes, ¡¡¡¡SE HACE LO QUE YO DIGA CARAJOO!!!!!
Andrés López
Ciegos humanos, semejantes a la hoja ligera, impotentes criaturas hechas de barro deleznable, míseros mortales que, privados de alas, pasáis vuestra vida fugaz como vanas sombras o ensueños mentirosos.
Aristófanes
El caos es amigo mío.
Bob Dylan
¡Alejarse! ¡Quedarse! ¡Volver! ¡Partir! Toda la mecánica social cabe en estas palabras.
César Vallejo
El que a nadie ama, me parece que por nadie es amado.
Demócrito
-El LSD- Fue como abrir una puerta, realmente, y antes, uno ni siquiera sabía que esa puerta existía. Me abrió una conciencia nueva, distinta, incluso aunque estuviera, como dijo Aldous Huxley, en los maravillosos pliegues de los pantalones de gamuza gris. Desde ese mínimo concepto, hasta el hecho de que cada brizna de pasto y cada grano de arena son algo vibrante y latente.
George Harrison
La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla.
Hermann Hesse
No cambiemos el clima, cambiemos el sistema, y en consecuencia empezaremos a salvar al planeta.
Hugo Chávez
Es más difícil ser un hombre honrado ocho días que un héroe un cuarto de hora.
Jules Renard
Si entras en este mundo sabiendo que eres amado y dejas este mundo sabiendo lo mismo, entonces todo lo que ocurre en el medio pueden ser tratado.
Michael Jackson
La fe enciende la lámpara que solo el aceite del amor hace arder.
Miguel Servet
La gente odia a tipos como Phill Collins, y si no lo hacen, deberían.
Noel Gallagher
El inglés ama el sentimiento de poder reír de sí mismo. El lo hace sólo para alegrar a los demás, de reír sobre él.
Peter Ustinov
Siempre he creído que cada uno hace su propia felicidad y es responsable de sus propios problemas.
Ray Kroc
Los tres deberes fundamentales de la mujer son ser bonita, ir bien vestida y no contradecir.
William Somerset Maugham