Ser feliz es no cambiar.
Enrique Jardiel Poncela
Tus ojos penetrantes como el filo de una espada. Oh, mi Niña, yo no espero una cita deslumbrante; Tan sólo ansío ir a la hoguera por tu amor.
Aleksandr Blok
No hay perfección donde no hay elección.
Baltasar Gracián
Aunque esto puede ser para vosotros un juego, para nosotros es muerte.
Esopo
Los religiosos se han creído que ellos tienen, por mandato divino, el deber de censurar las distintas manifestaciones de la libertad de expresión y de pensamiento.
Ismael Leandry Vega
Los poetas muestran mucha más cordura que los filósofos. Yendo en pos de la belleza, hallan muchas más verdades que los filósofos en sus investigaciones de la verdad.
Joseph Joubert
Cumpliría otros veinte años sólo por estar tres días más contigo.
Josh Brolin
No puedo seguir actuando delante de las cámaras y después ver cómo nos ignoramos en la vida real.
Josh Hutcherson
Soldados del Quinto, ustedes me reconocen. Si algún hombre quiere disparar sobre su emperador, puede hacerlo ahora.
Marlene Dietrich
No hay nada de malo con el auto, excepto que está en llamas.
Murray Walker
El benefactor llama a la puerta, pero el que ama la encuentra abierta.
Rabindranath Tagore
Hay que leer a Quiroga, hay que leer a Felisberto Hernández y hay que leer a Borges. Hay que leer a Rulfo, a Monterroso, a García Márquez. Un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Sí que leerá a Cortázar y a Bioy Casares, pero en modo alguno a Cela y a Umbral.
Roberto Bolaño
La mentira tiene patas cortas. Y nariz larga. La mentira es una comadreja.
Roberto Fontanarrosa
Las verdaderas batallas se libran en el interior.
Sócrates
De pequeños, a esta pregunta mis amigos daban siempre la misma respuesta: El coño. Pero yo respondía: el olor de las casas de viejos. La pregunta era: ¿Qué es lo que realmente te gusta más en la vida? Estaba destinado a la sensibilidad. Estaba destinado a convertirme en escritor. Estaba destinado a convertirme en Jep Gambardella.
Toni Servillo
El escritor de prosa puede caminar solamente a un lado cuando pasa el poeta.
William Somerset Maugham