Para hacer una vida higiénica que beneficie a la salud hay que tener una salud a prueba de bomba.
Enrique Jardiel Poncela
El estudio y, en general, la búsqueda de la verdad y la belleza conforman un área donde podemos seguir siendo niños toda la vida.
Albert Einstein
Sed, cristianos, a moveros más formales: no seáis como pluma al viento, y no creáis que cualquier agua os lave. Tenéis el viejo y el nuevo testamento, y el pastor de la Iglesia que os guía: que ello a vuestra salvación os baste. Si mala avidez otra cosa os grita, sed hombres, y no locas ovejas, ¡que el judío, de vosotros, entre vosotros, no se ría!
Dante Alighieri
La creatividad y el miedo son elementos incompatibles en el ajedrez.
David Bronstein
La esperanza, la ávida esperanza, asesina de nuestra alegría y conculcadora de todas nuestras presentes venturas, es un tirano apenas menos cruel que la desesperación.
Edward Young
Demasiado trabajo de pala es mejor que demasiado poco. El sudor ahorra sangre, la sangre ahorra vidas, y el cerebro ahorra ambas cosas.
Erwin Rommel
La risa burlona del infierno.
Gotthold Ephraim Lessing
Lloró durante un buen rato, con la puerta cerrada y las heridas del corazón muy abiertas.
Juan Gómez-Jurado
Mis nuevas canciones son un poco más maduras. Ahora sé cómo manejar a los chicos. En realidad, ni siquiera me lío con los chicos, me lío con los hombres.
Katy Perry
El hombre que sabe sacar ventaja de sus liberalidades posee una grande y noble economía.
Luc de Clapiers
Soñando cada año en los crisantemos sueño por ellos.
Masaoka Shiki
Pensar en el Brasil como sujeto era asumir la realidad del Brasil como efectivamente era. Era identificarse con el Brasil como Brasil.
Paulo Freire
Mientras la violencia de los opresores hace de los oprimidos hombres a quienes se les prohíbe ser, la respuesta de éstos a la violencia de aquéllos se encuentra infundida del anhelo de búsqueda del derecho de ser.
Nadie puede gozar de una dicha perpetua.
Plauto
Es síntoma de una inteligencia universal poder regalarse con distintas bellezas.
Roberto Arlt
En ese momento, al verle sonreír, caí en la cuenta de que deseaba gustarle. Del resto, de su mano sobre mi cara, de sus dedos recorriéndome el brazo... Aún no estaba segura en absoluto. Pero deseaba agradarle y que él pensara bien de mi.
Stephenie Meyer