La verdad es algo tan infrecuente que es preciso decirla.
Emily Dickinson
El intelectual pedante oculta su ignorancia bajo la pretenciosidad.
Alfonso Guerra
Para andar por el mundo es menester ir bien abastecido de cautela y de indulgencia: aquélla sirve para protegernos de daños y pérdidas; esta última, de pleitos y de pendencias.
Arthur Schopenhauer
Para que un país sea republicano y libre, no basta que lo diga su constitución; es preciso que se lo permitan su inteligencia y estado actual.
Eustorgio Salgar
Cuando una persona se está muriendo, sólo cuenta con la eternidad.
Friedrich Dürrenmatt
En vista de lo visto me desvisto, me desnudo a mí misma y me mantengo, me encanta este tener lo que no tengo.
Gloria Fuertes
No obliga tanto la dádiva cuanto el modo de hacerla.
Ippolito Nievo
Lo difícil de lo gentil difiere de lo andariego, el mundo tal como fue nos aclama en su fraternidad, más la evocación de lo simple nos eleva a lo puntual.
Ji Hu
Fernández Díaz consigue que todos seamos Fernández, página tras página, y que cerremos el libro, al fin, como quien se despide de un viejo amigo. Eso exactamente es la buena literatura. Lo demás son milongas. Arturo Pérez-Reverte.
Jorge Fernández Díaz
Persevera en la oración. - Persevera, aunque tu labor parezca estéril. - La oración es siempre fecunda.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Con el respeto mutuo viene una gran fuerza en los momentos difíciles.
Józef Pilsudski
La arquitectura es una de las profesiones más nobles, porque contribuye a satisfacer una necesidad humana básica, la del alojamiento.
Mario Bunge
Las buenas costumbres, aún sin leyes externas, hacen posible cualquier cosa. Las leyes externas sin buenas costumbres, prácticamente nada.
Mihai Eminescu
Supe perdonar a la mujer adúltera. Mi piedra no le acertó.
Roberto Fontanarrosa
Siempre me he ceñido a dos principios. El primero es entrenar duro y conseguir la mejor condición física posible. El segundo es olvidarse de la otra persona hasta que lo enfrentas en el ring y suena la campana.
Rocky Marciano
Pequeños actos amables, pequeñas cortesías, pequeñas consideraciones, pequeña benevolencia, cuando se practican habitualmente, dan mayor encanto al carácter que grandes conferencias, oratoria, discursos y exhibición de talentos desde el estrado.
Swami Sivananda