No es lo que está roto, no, el agua que el vaso tiene: lo que está roto es el vaso y, el agua, al suelo se vierte.
Emilio Prados
Cuando una mujer discute con un hombre, el tener razón no es una conclusión que ella saca, sino, casi siempre, un regalo que ella espera.
Albert Guinon
La verdadera grandeza, no necesita la humillación del resto.
Amado Nervo
Dobby nunca pretende matar, solo mutilar o herir de gravedad.
Anónimo
A veces conviene cerrar un ojo, pero no es prudente cerrar ambos a la vez.
Arturo Graf
Para enseñar buenas acciones es mejor apelar a los buenos modelos que a las más precisas reglas.
Efraín Gutiérrez Zambrano
La escuela ha de edificar en el espíritu del escolar, sobre cimientos de verdad y sobre bases de bien, la columna de toda sociedad, el individuo.
Eugenio María de Hostos
El hombre que se vence a si mismo se libra de la opresión que constriñe a todos los seres.
Goethe
Un postre sin queso es como una doncella hermosa, pero tuerta.
Jean Anthelme Brillat-Savarin
Ilusiones. El calmante universal.
John Verdon
La ley, bien mirado, no es otra cosa más que una voluntadracional del legislador, por la cual explica de qué manera quiere que se determinen los casos que ordinariamente acontecen en su república, para conservar los súbditos en paz y enseñarles como han de vivir y de qué se han de guardar.
Juan Huarte de San Juan
Todos sabemos que los que mandan viven de la autoridad, o de la imagen de la autoridad, tanto de la autoridad genuina como de la imagen de autoridad.
Marcelo Bielsa
Que jamás el destino, comprendiéndome mal, me otorgue la mitad de lo que anhelo y me niegue el regreso.
Robert Frost
La vida es la vida, defiéndela.
Teresa de Calcuta
Es de suyo obvio que el cálculo, facultad príncipe del estadista, incluye al futuro o, por mejor decirlo, el cálculo es, en grado de excelencia, previsión, puesto que en ello está su principal utilidad.
Tucídides
En realidad no engendramos a un ser humano; sólo damos testimonio de ese milagro; la existencia personal, como espiritual que es, no se puede engendrar, sino sólo posibilitar.
Viktor Frankl