No sé por qué. O mejor dicho lo sé. Porque en el sol y en la luz, encontré desde pequeño los mayores misterios, y porque estos elementos naturales ejercieron sobre mí, en razón de su propio sigilo, una atracción muy extraña...
Emilio Pettoruti
No hay un signo más cierto de la locura que hacer la misma cosa una y otra vez y esperar que los resultados sean diferentes.
Albert Einstein
Un poeta debe ser mas útil que cualquier otro ciudadano de su tribu.
Conde de Lautréamont
La razón de una mujer: porque sí.
George Farquhar
No hay desesperado tan pobre e impotente que no sea útil al mundo del cual desespera.
Giacomo Leopardi
La avaricia empieza donde termina la pobreza.
Honoré de Balzac
Tras haber cruzado Texas volando dos o tres veces, la distancia de un vuelo alrededor del mundo no parece tan larga.
Howard Hughes
Los sentimientos son sólo experiencias que nos informan acerca de cómo se están comportando nuestros proyectos o deseos en su enfrentamiento con la realidad.
José Antonio Marina
La hierba de las pampas cae y el ojo puede ver como el frío aumenta.
Kobayashi Issa
Muchos pensaban... Que los horrores de la segunda guerra mundial... No se podrían repetir. Y sin embargo se han repetido en Camboya, en Bosnia y Herzegovina, en Ruanda. Nuestra época nos ha demostrado que la capacidad del hombre para la maldad no conoce límites.
Kofi Annan
Si observamos la evolución de un sistema complejo en un gráfico de adaptación, vemos que el comportamiento varía a un ritmo tan rápido que la capacidad de adaptación puede quedarse atrás fácilmente.
Michael Crichton
Volveremos a estar juntos en este mundo o en el siguiente.
Orlando Bloom
La única forma de poner fin a todo eso para siempre era lastimar a Bonzo lo suficiente para que su miedo fuera más fuerte que su odio.
Orson Scott Card
Si mi virtud es tener mil defectos, ¿y que mas te da?
Rapsusklei
Una emboscada si es descubierta y propiamente contrarrestada, pagará y con intereses el mal pretendido.
Vegecio
Anoche inventé un nuevo placer, y cuando lo iba a disfrutar por vez primera, llegaron violentamente a mi casa un ángel y un demonio. Entraron en mi puerta y disputaron acerca de mi nuevo placer. Uno gritaba: ¡Es un pecado! Y el otro decía: ¡Es una virtud!
Yibrán Jalil Yibrán