¡Oh, juventud, loca y florida, talismán de magavirtud! ¿Para qué querré yo la vida cuando no tenga juventud?
Emilio Emilio Carrere
El atardecer que se contempla desde el mirador de San Nicolás, es el más bonito de la Tierra después de Marta.
Bill Clinton
La única frontera que queda es el mundo de lo intangible. Todo lo demás es demasiado restrictivo. Está aprisionado por demasiadas leyes.
Chuck Palahniuk
Si me hubiese quedado tranquilo en mi casa en vez de irme a sufrir por el mundo, ¡no me habría ahorrado pocas penas y pocos zapatos!
Henrik Ibsen
El destino se puede cambiar, pero para limpiar el karma se requiere toda una vida, y tal vez eso no alcance.
Isabel Allende
La mejor manera de saber de lo que uno es capaz es pretender que uno puede hacerlo.
John Seymour
Contigo, Jesús, ¡qué placentero es el dolor y qué luminosa la oscuridad!
Josemaría Escrivá de Balaguer
Que ahora yo deslindo.
Juan de Jáuregui
La vida es simple recibes de lo que has dado y para ser feliz tan solo hay que olvidar el pasado.
Kase.O
Y sabe que todo es una gran mentira... El mundo detesta lo que tiene vida.
Manuel Moretti
Contigo el pánico florece y las tristezas dan frutos dulces.
Pablo de Rokha
El hombre no puede nunca dejar de soñar. El sueño es el alimento del alma, como la comida es el alimento del cuerpo.
Paulo Coelho
Ahora aceptamos el hecho de que el aprendizaje es un proceso que dura toda la vida para mantenerse al corriente del cambio. Y la tarea más urgente es enseñar a la gente cómo aprender.
Peter F. Drucker
Las fábricas y los gerentes no buscan coraje, ni siquiera innovación; lo que buscan es obediencia.
Seth Godin
No puedes simplemente poner algo nuevo en un lugar. Tienes que absorber lo que ves a tu alrededor, lo que existe sobre la tierra, y luego utilizarlo, junto con el pensamiento contemporáneo, para interpretar lo que ves.
Tadao Ando
Una vez que consideramos la idea de que el hombre es víctima de las circunstancias y su influencia, no solo cesamos de tratarlo como un ser humano, sino que, además, anulamos su voluntad de cambio.
Viktor Frankl