Tras la desconfianza en el propio criterio, viene la inmoralidad en la vida.
Emilio Castelar
Aun cuando el sueño traba los sentidos y los movimientos, hay que saber que, con todo, ciertos hombres sí se mueven y realizan actividades durmiendo, igual que si estuvieran despiertos. Por ejemplo, pueden andar dormidos, o cabalgar, o buscar algo, o perseguir enemigos e incluso quizá matarlos, y luego, dormidos sin duda, se vuelven a la cama.
Alberto Magno
El mundo es una graciosa mentira inventada por el buen humor de los mártires.
Aldo Pellegrini
La distancia más corta entre dos puntos no es el camino que suelen seguir los discursos.
Anónimo
Niños o adultos nacemos, no nos hacemos.
Cesare Pavese
El hombre más noble a todo se acomoda, aunque no sea obsequioso. El hombre inferior es obsequioso, pero no se acomoda a los demás.
Confucio
Las personas siempre han contado cuentos. Mucho antes de que la humanidad aprendiera a leer y escribir, todo el mundo escuchaba cuentos. Y había narradores que los contaban mejor que otros, es decir, que la gente les creía más sus mentiras.
Günter Grass
Tengo confianza en el abismo de la gente. ¡Y esas palabras me apuñalaron en el corazón y me dilataron con horror las pupilas de mis ojos, porque me pareció de repente, en un instante, que él entendía lo que estaba diciendo!
Henri Barbusse
El que ha conocido sólo a su mujer y la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido mil.
León Tolstói
No merece la pena vivir por vivir.
Lola Kabuki
No dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores.
Mahatma Gandhi
El amor y la locura son los motores que hacen andar la vida.
Marguerite Yourcenar
Toda mi existencia y vida espiritual ha sido inundada por la cultura pop, desde juguetes hasta revistas, desde música hasta películas. A partir de ahí se derrama en mi creatividad con total naturalidad.
Michael Allred
Ella se conduce como si fuera hermosa.
Oscar Wilde
A menudo, la fortuna nos hace pagar muy caro lo que creemos que nos ha regalado.
Vincent Voiture
Saluda también con los ojos o con una sonrisa. Nunca con la boca.
Walter Serner