Al gallego no se le pesca con anzuelo de aire; allí perdería su elocuencia Cicerón.
Emilia Pardo Bazán
El profesor odiaba a la gente que dormía hasta tarde, pero no quería despertar a Valeria.
Adolfo Bioy Casares
No conozco obstáculo que supere las fuerzas del espíritu humano, salvo la verdad.
Conde de Lautréamont
En los individuos es rara la locura - pero es la regla en los grupos, partidos, pueblos, épocas y por ello los historiadores no han hablado hasta ahora de locura. Pero alguna vez la historia la escribirán los médicos.
Friedrich Nietzsche
Ambición y amor son las alas de las grandes acciones.
Goethe
¡Cuán fácilmente nos perdonamos nuestras propias culpas cuando la fortuna nos las perdona!
Jacques-Bénigne Bossuet
Comunismo es todo el poder para los soviets más la electrificación de todo el país.
Lenin
Prefiero que nadie me conozca a que me conozcan equivocadamente.
Marcelo Bielsa
El lujo está siempre en proporción con el desnivel de las fortunas.
Montesquieu
Emplea el lenguaje que quieras y nunca podrás expresar sino lo que eres.
Ralph Waldo Emerson
No sé por qué no triunfan los jugadores españoles en Italia, quizás por el cambio de mentalidad o la presión que existe aunque nunca han venido a Italia lo verdaderos 'cracks' de España. Estoy seguro que si Raúl viniera a un equipo importante de Italia, triunfaría. Le admiré siempre.
Raúl González Blanco
Ése es un paisaje hermoso pensó la hormiga ante una barra grande de pan poco antes de que el cielo se desplomara sobre su cabeza disfrazado de la edición dominical del New York Times.
Richard Brautigan
Cuando pasas tanto tiempo atrapada en la oscuridad, descubres que la oscuridad empieza a devolverte la mirada.
Sarah J. Maas
Para algunas cosas disponemos de un talento natural; otras hay que aprenderlas. Algunas cosas, sencillamente, somos incapaces de hacerlas.
Sidney Lumet
La verdadera universidad en nuestros días consiste en una colección de libros.
Thomas Carlyle
No hay que desposeer a los humanistas de su función de educadores..., no se les puede arrebatar, pues son los únicos depositarios de una tradición: la de la dignidad y belleza humana. En otras épocas, los humanistas reemplazaron a los sacerdotes que, en tiempos turbios y antihumanos, pudieron arrogarse la dirección de la juventud. Desde entonces, señores, no ha surgido otra clase de educador.
Thomas Mann