Denuncio, ante la conciencia de la gente decente, esta presión que los poderes públicos ejercen sobre la justicia del país. Son abominables costumbres políticas que deshonran a una nación libre.
Émile Zola
La cinematografía encumbrará a la pornografía. El acto sexual será escena de éxito. Cae el arte sano.
Benjamín Solari Parravicini
La muerte, temida como el más horrible de los males, no es, en realidad, nada, pues mientras nosotros somos, la muerte no es, y cuando ésta llega, nosotros no somos.
Epicuro
No creo en casi nada que no salga del corazón.
Fito Páez
Los consuelos indiscretos no hacen sino más ásperas las grandes aflicciones.
Jean-Jacques Rousseau
La esencia de un gobierno libre consiste en saber poner un freno eficaz a todas las rivalidades.
John Adams
La paz no es algo que deseas, es algo que creas, algo que haces, algo que eres, y algo que regalas.
John Lennon
Traigo seis millones de maneras de morir, sólo una de vivir. Soy b-boy hasta la muerte es lo que quiero decir.
Kase.O
La gente tiene que decir algo sólo para mantener su cavidad bucal en perfecto funcionamiento, así tendrán una buena cavidad bucal en caso de que haya algo realmente importante que decir.
Kurt Vonnegut
El hombre decidido consigue lo que se propone, sin importar cuánto tiempo le lleve la tarea, o cuán difícil sea.
Napoleon Hill
Quiero que todo sea bello, en armonía con la Naturaleza.
Ricardo Flores Magón
Hay que identificar, cultivar, cuidar y multiplicar las pocas cosas que funcionan fantásticamente bien.
Richard Koch
Por Roverismo no quiero decir vagabundear sin finalidad; lo que quiero decir es hallar uno su camino por senderos con objetivo definido y teniendo una idea de las dificultades y peligros que se va a encontrar en él.
Robert Baden-Powell
Descubrí que el parentesco no es una garantía de amor y que me faltaban razones para defender a Harald.
Stieg Larsson
¡Sí! Te contestaré con alegría desde los intemporales campos celestes por donde camino: Estoy en tu corazón, y ¡qué feliz soy!
William Heinesen
La fealdad es menos horrible en un demonio que en una mujer.
William Shakespeare