Tanto más dichoso es uno en esta vida, cuanto menos se preocupa de parecerse a los demás.
Émile Pontich
El cuerpo es el instrumento del alma.
Aristóteles
Los libros son compañeros, maestros, magos y banqueros de los tesoros de la mente. Son portadores de civilización.
Barbara Tuchman
No importa que yo muera. No morirá el impulso. Tú marcaste el sendero, alado corcel mío, y así será más fácil a mi hermano, seguir hacia adelante, por mis huellas, una vez.
Borís Pasternak
Enfadarse con la gente significa que uno considera que los actos de los demás son importantes. Es imperativo dejar de sentir de esa manera. Los actos de los hombres no pueden ser lo suficientemente importantes como para contrarrestar nuestra única alternativa viable: nuestro encuentro inmutable con el infinito.
Carlos Castaneda
A mi las cosas de política no me interesan.
Diego Portales
Cada uno sospecha que posee al menos una de las virtudes cardinales, y he aquí la mía: soy uno de los pocos hombres honrados que he conocido.
F. Scott Fitzgerald
Quiero sentir la música más alta y tocar las pistas de esquí.
Inna
Ni la burguesía, ni la pequeña burguesía en el poder pueden hacer una política anti imperialista.
José Carlos Mariátegui
Para mí la patria, no será nunca triunfo, sino agonía y deber.
José Martí
Nunca he tenido altura, pero, chico, tengo corazón.
Lil Wayne
Quietud: los cantos de la cigarra penetran en las rocas.
Matsuo Basho
Puede que sea un inadaptado o quizá un hombre con las ideas demasiadas claras, tanto que resultan incompatibles con aquellos que manejan sus ideologías a su antojo y conveniencia para sacar mejor provecho de ellas.
Máximo Gorki
No importa donde estemos, sino hacia donde avanzamos. Para arribar a puerto seguro a veces navegamos con el viento a favor y a veces en contra, pero la cuestión es navegar, no derivar sin rumbo ni permanecer anclados.
Oliver Wendell Holmes
Así que esto es EE. UU. Deben estar locos.
Ringo Starr
Un error radical, del que deberá liberarse radicalmente el programa de desarrollo, consiste en la idea de que lo único necesario para lograr que broten las fuerzas económicas latentes en aquellos países es el abono artificial del capital y los conocimientos técnicos - organizatorios (del Know how) de Occidente.
Wilhelm Röpke