En algunos, todo, absolutamente todo, tiene que ver con la fisiología: su cuerpo es su pensamiento, su pensamiento es su cuerpo.
Emil Cioran
Crear, es vivir dos veces.
Albert Camus
Los hombres se centran en conseguir resultados, objetivos, estatus y poder, ganar la competición y ser los más eficientes. Por el contrario, las mujeres se centran en la comunicación, la colaboración, la armonía, el amor, compartir y las relaciones personales.
Allan Pease
Recuerdo incluso lo que no quiero. Olvidar no puedo lo que quiero.
Cicerón
Gobernar significa rectificar.
Confucio
Ningún texto musical es swing. No se puede escribir swing, y que el swing es lo que sacude al auditor y no hay swing en tanto que la nota no ha sonado. El swing es un fluido y aunque una orquesta haya tocado un trozo catorce veces, puede ocurrir que sólo lo swinguice a la décima quinta vez.
Duke Ellington
Al final lo que queda es abrazarse, confiar en el otro, amar y dejarse amar en medio de la balacera que es la vida.
Fito Páez
No es necesario ser socialista para amar a Pertini. Cualquier cosa de las que diga o haga, huele a limpio, a lealtad y a sinceridad.
Indro Montanelli
La existencia no es la necesidad.
Jean-Paul Sartre
Nadie combate la libertad; a lo más combate la libertad de los demás. La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos.
Karl Marx
Sí sí sí sí, no tenéis que recordármelo en cada sector. (cuando su ingeniero le dice por radio que cuide los neumáticos, Abu Dabi 2012).
Kimi Räikkönen
La verdadera ciencia enseña, por encima de todo, a dudar y a ser ignorante.
Miguel de Unamuno
La mayor parte de las escenas de desnudos son innecesarias. A la mujer se la trata muchas veces como a un objeto decorativo.
Penélope Cruz
Hay mucha gente en el mundo, pero todavía hay más rostros, pues cada uno tiene varios.
Rainer Maria Rilke
La vanidad muere con dificultad. En algunos casos obstinados, sobrevive al hombre.
Robert Louis Stevenson
Necesitamos la vida entera para aprender a vivir, y también, cosa sorprendente, para aprender a morir.
Séneca