No puedo reconciliarme conmigo mismo, con los otros, con las cosas. Ni siquiera con Dios. Con él de ninguna manera.
Emil Cioran
No tienes tú la culpa si en tus manos mi amor se deshojó como una rosa: Vendrá la primavera y habrá flores... el tronco seco dará nuevas hojas.
Alfonsina Storni
La única anormalidad es la incapacidad de amar.
Anaïs Nin
Lo que tarda tanto en llegar es igual que si no hubiera llegado, peor incluso, porque el cumplimiento a destiempo de lo que tanto se deseó acaba teniendo un reverso de sarcasmo.
Antonio Muñoz Molina
Una luz que alumbra muchos caminos, no alumbra un camino.
Antonio Porchia
Los grandes perseguidores se reclutan entre los mártires a quienes no les han cortado la cabeza.
La mente construye aquello de lo que más tarde se asusta.
Giorgio Nardone
Esa la organización más o menos estable y duradera del carácter, temperamento, intelecto y físico de una persona, que determina su adaptación única al ambiente.
Hans Jürgen Eysenck
La gloria o el mérito de algunos hombres es escribir bien; la de otros no escribir nada.
Jean de la Bruyere
No hay en el mundo más que dos maneras de prosperar: una, por la propia industria; otra; por la imbecilidad ajena.
Aprendí algo el primer día que estuve al aire: hay que ser honesto, si uno es honesto con la audiencia, si haces buenas preguntas les vas a gustar, no puedes forzar a alguien a gustarte.
Larry King
Todo hombre tiene de sí mismo un concepto más alto que de los demás; pero la opinión que los demás tienen acerca de él le parece más estimable que la suya propia.
Marco Aurelio
Estaba la Reina Batata sentada en un plato de plata, el cocinero la miró y la reina se abatató.
María Elena Walsh
El pecado tiene muchos instrumentos, pero la mentira es un mango que a todos ellos se adapta.
Oliver Wendell Holmes
El arte es sintaxis sin semántica. Nada quiere comunicar. De otro modo seria un informe. Está más cerca del símbolo que de la enunciación. Se consagra a la redundancia.
Otl Aicher
La memoria se fortalece con cada nuevo peso que se echa sobre ella, y se vuelve tanto más fiel cuanto más en ella confías.
Thomas de Quincey