Los verdaderos cristianos dicen en su corazón: un cristiano verdadero es aquel que vive como Cristo o como enseña el Señor. De esta manera se unificarían todas las diversas iglesias y desaparecerían todas las disputas que surgen de la mera doctrina, sí, incluso el odio recíproco se eliminaría instantáneamente y aparecería el Reino del Señor sobre la Tierra.