¿He de afligirme porque una suerte halagüeña se disipe rápidamente? Un encuentro momentáneo y una memoria larga es lo que hace al alma rica y noble.
Emanuel Geibel
El consejo rara vez es bien recibido, porque el que más lo necesita es el que menos lo desea.
Ben Jonson
Debes ver la cara de la muerte para empezar a escribir seriamente.
Carlos Fuentes
Debíamos aprender todavía que el Diablo creó la juventud para que cometiésemos nuestros errores y que Dios instauró la madurez y la vejez para que pudiéramos pagar por ellos.
Carlos Ruiz Zafón
Los sabios prestan una fe muy académica a todo informe que favorece la pasión del narrador, bien que ensalce su país o su familia, o a sí mismo, o que, de de cualquier otro modo, coincida con sus inclinaciones y propensiones naturales.
David Hume
Chau, amor mío, pero el desencanto puede ser tan fuerte por quererte tanto que ni aún la muerte pueda ahogar el llanto de mi soledad.
Eladia Blázquez
La sabiduría siempre vencerá a la fuerza.
Fedro
El consejo, bueno es; pero creo que es de las medicinas que menos se gastan y se gustan.
Francisco de Quevedo
Casi todos nuestros errores son más perdonables que los métodos que discurrimos para ocultarlos.
François de La Rochefoucauld
¡Aprende que estoy hecho enteramente, que estoy hecho con algo muerto... de la cabeza a los pies... y que es un cadáver quien te ama, quien te adora y que no se apartará de ti jamás!
Gastón Leroux
Quien todo me da, todo me niega.
Henri Estienne
Es extremadamente raro que con tantos conocimientos alguien sea al mismo tiempo tan amable. He observado casi siempre que las mujeres instruidas tienen en el mundo una cierta rudeza; una especie de afectación que hace que se compre muy caro el placer de su compañía.
Marqués de Sade
El silencio da consentimiento.
Oliver Goldsmith
La lentitud o la velocidad no son los factores esenciales, sino más bien un sentimiento de armonía de conjunto en el que cada elemento es causa y efecto, parte y totalidad.
Pierre Sansot
Qué hacía Dios antes de crear el mundo: el Infierno para aquellos que preguntan estas cosas.
Shahen Hacyan
A D'Oropel no le hacía falta una torre con diez mil trolls acampados alrededor. Le bastaban un libro de contabilidad y su propio ingenio. Funcionaba mejor, salía más barato y por las noches se podía ir de fiesta.
Terry Pratchett