La verdad es como el sol, puedes ocultarla por un tiempo, pero no va a desaparecer.
Elvis Presley
Gracias porque por ustedes soy todo lo que soy.
Alejandro Sanz
Sobre el agua se dibuja una historia ya dormida, en silencio escucho el verso de tu despedida.
Amaia Montero
No se sabe bien para qué estamos en este mundo; pero esto si sabemos de cierto, que no estamos en él para disfrutar.
Arturo Graf
¿Cómo ve el mundo un caballo o un águila, un venado o un perro? ¡Qué pobre, qué falta de alma es nuestra convención de situar animales en un paisaje que pertenece a nuestros ojos, en lugar de sumergirnos en el alma del animal, para descubrir su horizonte!
Franz Marc
Las personas de una nación están esclavizas cuando ellas sirven al gobierno en lugar de ser el gobierno quién les sirve a ellas.
Gerry Spence
Para hacer un edificio, uno necesita conocer dos cosas, el terreno y la cultura del terreno. El terreno puede llegar a conocerse. La cultura es más difícil, cuesta años.
Glenn Murcutt
Todas las sectas me parecen estar en lo cierto en sus afirmaciones, y equivocadas en sus negaciones.
Goethe
Aquí hay comida. Latas de conservas en las tiendas de comestibles; vinos, licores, aguas minerales, y los caños principales de desagüe y las cloacas grandes están vacíos. Ahora bien, le estaba diciendo lo que pensaba yo. Aquí hay seres inteligentes -me dije-. Y parece que nos quieren como alimento.
H. G. Wells
¡El delito es prudente y cauteloso! En cambio, ¡qué imprudente es la inocencia!
José Echegaray
Que piensen lo que quieran, pero no pretendía ahogarme. Tenía intención de nadar hasta hundirme - pero no es lo mismo.
Joseph Conrad
La ópera es un espectáculo de pasión en el que el público no tiene vergüenza en pelearse por un si bemol.
Lluis Pascual
La muerte es el remedio de todos los males; pero no debemos echar mano de éste hasta última hora.
Molière
Las cuentas claras y el chocolate espeso.
Proverbio
La ley es sorda e inexorable, incapaz de ablandamiento ni de benignidad.
Tito Livio
El trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre contento.
Victor Pauchet