Hacer el amor es romperse, es sentirse débil y dejar que el otro entre, con todo lo que significa. Le dejas entrar, él entra en ti y en ese momento entendéis que nunca más volveréis a no sentiros solos dentro de vuestro cuerpo... sin el otro.
La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta es una etapa que será superada.