Cuando uno se lame las heridas busca un rincón al que no pueda llegar la mirada de cualquiera.
Elísabet Benavent
Zapatero ha resultado ser un Bambi no de peluche, sino de acero.
Alfonso Guerra
El mantenimiento de una sociedad compleja depende cada vez más del trabajo rutinario, un trabajo sin chispa ni creatividad.
Anthony Burgess
Poco siento el no ser conocido de los hombres; siento no conocerlos yo.
Confucio
A Europa fui a estudiar y no a pintar como hacen muchos de nuestros becarios. Naturaleza pródiga tenemos aquí. El país encierra tanta belleza virgen como es imposible encontrarla en el viejo continente.
Emilio Pettoruti
La edad de casarse llega mucho antes que la de quererse.
Friedrich Nietzsche
Sea la inexistencia.
Jaime García Maffla
Es un buen objetivo del liderazgo ayudar a aquellos que están obteniendo malos resultados y ayudar a aquellos que lo están haciendo muy bien a hacerlo mucho mejor.
Jim Rohn
Ayer pasó Dios por mi puerta y me miró a los ojos (nunca lo había visto de aquel modo inquisitivo). Hizo que repitiera el nombre que llevo entre los labios: era tu nombre, amor.
José Luis Villatoro
Los desposeídos tienen un mundo que ganar.
Karl Marx
El arte de la política consiste precisamente en saber cuándo es necesario golpear a un adversario ligeramente por debajo del cinturón.
Konrad Adenauer
Las cosas más comunes son para la filosofía una fuente de enigmas insolubles. Con ingenuidad infinita se construye un concepto de espacio y de tiempo y luego resulta absolutamente imposible que haya objetos en ese espacio o procesos que ocurran durante ese tiempo... la fuente de este tipo de lógica se encuentra en una confianza excesiva en las llamadas leyes del pensamiento.
Ludwig Boltzmann
La religión tiene por padre a la miseria y por madre a la imaginación.
Ludwig Feuerbach
La bossa nova significaba ser nacionalista, ser brasileño. Si te gustaba el rock eras reaccionario, entreguista, alienado. No me gustaba la bossa. La odiaba.
Raul Seixas
Toda vida es tormento.
Séneca
Uno de los secretos de la vida es mantener nuestra curiosidad intelectual aguda.
William Lyon Phelps