Quiero pedir disculpas a la audiencia, a nuestra querida compañera, y sobre todo quiero pedir disculpas... ¡A Intereconomía por habérsela colado!
El Gran Wyoming
Dentro de este cuerpo tan pequeño se alberga el corazón de un gigante.
Agustín Agualongo
Su piel, puesta a punto de caramelo por efecto de los rayos de sol, suscitaba deseos de morder.
Boris Vian
¡Cuántas veces el hombre encolerizado niega rabiosamente aquello que le dice su conciencia!
Frank Herbert
Buenas palabras valen mucho y cuestan poco.
George Herbert
Cuando se mira a la verdad de perfil o de soslayo, se la ve mal siempre. Hay muy pocos que sepan contemplarla cara a cara.
Gustave Flaubert
Casi todas las noches, casi todas las veces que me duermo, en ese mismo instante, tú con tu grave abrazo me confinas, me rodeas, me envuelves en la tibia caverna de tu sueño y apoyas mi cabeza sobre tu hombro.
Idea Vilariño
La muerte es la única cosa más grande que la palabra que sirve para designarla.
Jean Rostand
Si quiere convertirse en agente de cambio, también debe cambiar.
John C. Maxwell
En todos nosotros hay una mente que utilizamos para todos nuestros actos conscientes. Pero también hay otra mente, una mente dormida. Es tan poderosa que la mente dormida de un niño de ocho años puede lograr en un segundo lo que las mentes despiertas de siete miembros del Arcano no han logrado en quince minutos.
Patrick Rothfuss
Lo que más irrita a los tiranos es la imposibilidad de poner grilletes al pensamiento de sus subordinados.
Paul Valéry
Donde no hay harina, todo es mohína.
Proverbio
El miedo a ser distinto es lo que inhibe a la gente y le impide buscar nuevas formas para resolver sus problemas.
Robert Kiyosaki
Lo bueno que tenía clavar una estaca en el corazón era que también funcionaba con los no vampiros.
Terry Pratchett
Recordad que el secreto de la felicidad está en la libertad, y el secreto de la libertad, en el coraje.
Tucídides
Todo amor que no sea una pasión furiosa y trágica debe ser erradicado del teatro; y un amor, sea cual fuere, estaría tan desplazado en Electra como en Athalie. Vos habéis reformado la declamación; ha llegado la hora de reformar la tragedia y de purgarla de amoríos insípidos lo mismo que se ha purgado el escenario de petimetres.
Voltaire