En nuestra organización social actual, la aprobación del público resulta crucial para cualquier proyecto de gran calado. De ahí que un movimiento digno de todos los elogios puede fracasar si no logra imprimir su imagen en la mente pública.
Edward Bernays
Se necesita mucho talento para hacer soportable el genio.
André Gide
Si Dios jamás puede crear tanto que no pueda crear aún más, jamás puede crear aquello que puede crear.
Baruch Spinoza
Si quieres ser viejo mucho tiempo, hazte viejo pronto.
Cicerón
La felicidad no es una meta, sino un estilo de vida.
Federico Moccia
El arte no es sino la expresión de nuestro sueño, el que más se entrega a ellos es el que más se acerca a su verdad interior.
Franz Marc
La naturaleza es una obra de arte, pero Dios es el único artista que existe, y el hombre no es más que un obrero de mal gusto.
George Sand
La educación puede ser la gran fecundadora o la gran esterilizante de los hombres, y los hombres pueden ser los grandes transformadores de los pueblos o los más formidables obstáculos para su progreso.
Héctor Abad Gómez
Proseguir su vida o perderla por la patria es igualmente dulce.
Heinrich Heine
Vivid vuestras horas, vuestros minutos.
Hermanos Goncourt
Regresa para que ambos podamos volver a ser jóvenes.
Leonardo DiCaprio
El plan del mundo se basa en la crueldad, es una aventura muy simple, que a mí en particular no me atrae demasiado ni tampoco me interesa, no, estimado señor, porque no me interesa esa clase de armonística en la cual imperan los grandes principios sin prestar atención alguna al individuo.
Milán Füst
Los afganos están cansados de la guerra, quieren la paz. Y estoy seguro de que la política de paz vencerá.
Mohammad Najibulá
No te ilusiones con tu riqueza y tu belleza, puedes perderlas; aquella en una noche, ésta en una fiebre.
Omar Jayam
Pero lo vi... Mi espíritu sin calma era ya de tu espíritu un reflejo... Toda mi alma se espació en tu alma, y en ella viose como en claro espejo.
Pedro Antonio de Alarcón
El sol y cinco gajos de naranja en las manos deformes del tullido.
Verónica Aranda