Creo sólo en lo que puedo tocar, besar o darle un abrazo. El resto es solamente humo.
Edward Abbey
A pesar de ser un solitario mi conciencia de pertenecer a la comunidad invisible de aquellos que luchan por la verdad, la belleza y la justicia me ha impedido sentirme aislado.
Albert Einstein
Siempre son más transparentes los héroes que los canallas. Los he visto pasar muchas veces camino del olvido o del cementerio, sin dejar atrás más que un redoble de tambores que sólo escuchan ellos.
Arturo Pérez-Reverte
Ante un indignado, a las víctimas les resulta difícil dejar atrás su sufrimiento y a los perpetradores, las consecuencias de la culpa.
Bert Hellinger
Tiene la cara más conocida del mundo. No puede desaparecer.
Ed Harris
El alma tiende siempre a juzgar a los otros por lo que piensa de sí misma.
Giacomo Leopardi
En cuanto comienza hablar el hombre, empieza ya a desbarrar.
Goethe
Un templo debe adorarse con dones, pero el alma con disciplina.
Jámblico
El arte es una acción del alma y no del intelecto.
Julia Cameron
El que huye puede volver a luchar.
Menandro
A estas alturas, tiendes a apreciar quiénes son tus padres y lo que han hecho por vos. Empiezas a comprender cómo has llegado hasta este punto de tu vida y todas las cosas maravillosas en que te han influido. Empiezas a tenerlos ahí presentes. Yo estoy empezando a ver muchas cosas. Los rasgos en la personalidad que tengo por la influencia de mi padre y mi madre.
Michael Jackson
Y la que es deseosa de ver, también tiene deseos de ser vista.
Miguel de Cervantes
Ningún ángel visitante, ningún explorador de otro planeta, hubiera podido sospechar que en este orbe suave proliferaban las alimañas, unas bestias incipientemente angélicas que se torturaban a sí mismas y dominaban el mundo.
Olaf Stapledon
Rechazo el credencialismo, entiendo que la mayoría de la gente que sabe de algún tema en particular, tiende a no estar entrenada por lo establecido.
Peter Joseph
El hombre sólo persigue quimeras.
Pierre Simon Laplace
Lo mismo que el cuerpo, la televisión es buen siervo pero mal amo.
Stephen Covey