Solemos decir asaz frecuentemente: Dejemos para mañana los asuntosserios; lo que no hacemos hoy, mañana lo llevaremos a término. Pero, ¿llegará ese mañana? Mañana es el gran enemigo de hoy; él es quien paraliza nuestras fuerzas y nos reduce a la impotencia al fomentar en nosotros la inactividad.