La ficción de la legalidad amparaba al indio; la explotación de la realidad lo desangraba.
Eduardo Galeano
Se le perdió la luz a la palabra y ahora busca una mano para cruzar la calle cuando la eternidad alguna vez fue suya.
Beatriz Villacañas
Gente vivimos tiempo de conciencia, cada uno de ustedes tiene la respuesta... no os engañéis a vosotros mismos, cada uno tiene la respuesta. GENTE NO SE DEJE UTILIZAR.
Bob Marley
Tu vida, por ejemplo, no es tuya. Tienes un destino, un propósito, y algún día lo entenderás, te lo garantizo.
César García Muñoz
El dolor es como un invitado demasiado grande. Te obliga a cambiar las medidas.
Emmanuel Mounier
El verdadero conocimiento y la auténtica libertad se hallan en Jesús. Dejad que Jesús forme parte siempre de vuestra hambre de verdad y justicia, y de vuestro compromiso por el bienestar de vuestros semejantes.
Juan Pablo II
Nicky baja a cenar o me tomo yo tu cena.
Julianne Moore
La vida es un arte, y la vida matrimonial, la parte más delicada y difícil de este arte.
Karl Jacob Weber
Madre, te bendigo porque supiste hacer de tu hijo un hombre real y enteramente humano.
Miguel Ángel Asturias
Siempre la música fue el imán de mis sentidos.
Pedro Calderón de la Barca
El temor exagerado a la pobreza hace llevar a muchos una vida de mendigos.
Reinaldo Temprano
Para obrar bien basta con bien discernir, y para obrar de la mejor manera posible, basta también con discernir del mejor modo posible.
René Descartes
La voluntad, es el poder del deseo cuando está concentrado y sostenido.
Renny Yagosesky
Me coge de la mano y yo me sueño con su pelo, para estar tan colgado hace falta echarle güevos.
Roberto Iniesta
La mayoría de los comentaristas dan por supuesta una carrera cuesta abajo y una disminución del nivel cultural -"una sociedad cada vez más infantilizada", en palabras de George Will-, yo veo una historia progresista: la cultura de masas volviéndose más sofisticada, exigiendo más implicación cognitiva a cada año que pasa.
Steven Berlin Johnson
La bóveda del mundo estaba teñida de colores espléndidos. Las estrellas también tenían ganas de participar, y cuando la manta de colores empezó a deslizarse al otro lado del horizonte, centellearon a través del intenso azul.
Yann Martel