Debo, luego soy.
Eduardo Galeano
No hay hombre más desdichado que el que nunca probó la adversidad.
Demetrio de Falero
Yo soy la ley y me respetan.
Eddie Guerrero
Al que no posee demasiados bienes se le puede llamar, con razón, feliz.
Horacio
Me di cuenta entonces de que la escritura es una especie de terapia. Una de las pocas maneras que casi puedo estar seguro de que voy a entender algo es sentarme y escribir sobre ello.
Hunter S. Thompson
Un líder encausa los deseos, motivaciones y energía de un equipo catalizando su sentir y dando claridad del objetivo y su destino. En todo caso, su tarea principal no es simplemente que sus seguidores crean en él, sino inspirar a su gente para que crean en ellos mismos y sus capacidades como individuos y equipo.
Jorge González Moore
Una persona muy inteligente puede usar su inteligencia estúpidamente.
José Antonio Marina
Razón sin comprensión, es como Cupido sin corazón.
Juan Lobillo
La fe, además de conocerla, hay que vivirla.
Juan Pablo II
No aterra como enemigo; acomete al adversario, le envuelve y le estrecha, pero no le desarma ni le vence; abraza con descomunales brazos de gigante, y aprieta con fuerzas de pigmeo.
Manuel González Prada
Cada instante de tu vida tiene sentido si aprendes de él, y, si lo haces, los siguientes instantes serán más sencillos.
María Jesús Álava Reyes
A veces para crear se debe destruir.
Michael Fassbender
Pushkin, tan aficionado a reír, a medida que yo leía se iba poniendo cada vez más sombrío, y al acabarse la lectura exclamó con desesperación: ¡Dios mío, qué triste es nuestra Rusia! En aquel momento me di cuenta de la importancia que podía tener todo cuanto saliera directamente del alma, y, en general, todo cuanto poseyera una verdad interior.
Nikolái Vasílievich Gógol
Para la mayoría de nosotros, la vida verdadera es la vida que no llevamos.
Oscar Wilde
Todo lo que nace proviene necesariamente de una causa; pues sin causa nada puede tener origen.
Platón
¡El orden reina en Berlín! ¡Ah! ¡Estúpidos e insensatos verdugos! No os dais cuenta de que vuestro orden está levantado sobre arena. La revolución se erguirá mañana con su victoria y el terror asomará en vuestros rostros al oírle anunciar con todas sus trompetas: ¡Yo fui, yo soy, yo seré!
Rosa Luxemburgo