La mano tiene la articulación más rica del espacio.
Eduardo Chillida
Toda la naturaleza es como un arte desconocido del hombre.
Alexander Pope
No te preocupes por tu corazón, te durará toda la vida.
Anónimo
La Antigüedad tiene rango de ley.
Tenemos una capacidad positiva fantástica, pero también somos capaces de hacer cosas terribles. Somos capaces de torturar a otra gente, de matarla. Todo esto es inherente al ser humano, no es que algunos de nosotros seamos buenos y otros malas personas.
António Damásio
Sé que mis obras son un valor para esta nación y me atrevo a decir que van a perdurar más tiempo que la Ley McCarran.
Arthur Miller
Estamos en un momento de la historia del planeta donde los latinoamericanos podemos realmente cambiar el rumbo de la historia en un montón de cosas. Si nos unimos y entendemos que, por ejemplo, el valor de nuestros bosques como ecosistemas es mayor que el de la madera, éste es nuestro siglo definitivamente.
Charly Alberti
Es tan difícil a los ricos adquirir la sabiduría, como a los sabios adquirir las riquezas.
Epicteto
Toda obra de ficción es catártica.
Ernesto Sabato
No saber de uno mismo; eso es vivir. Saber mal de uno mismo, eso es pensar.
Fernando Pessoa
Todos los momentos en los que te hice feliz son los restos de nuestro amor.
Fito Páez
Como has cometido la imprudencia de confiar a personas ajenas este asunto, que era un secreto exclusivo de la dirección, ya no es posible ocultarlo. Circularán toda clase de rumores que las malas lenguas de la población se encargarán de alimentar y abultar. Es indispensable que lo desmientas públicamente.
Henrik Ibsen
Liberales y godos... total piensan igual, gobiernan igual, roban igual.
Jaime Garzón
Y vuelvo a estar más loco que de atar, dibujo corazones después de echar mi aliento en los cristales de tu voz y vuelvo a respirar tu aire y mis pulmones se llenan de la vida que me quitas al andar.
Ramón Melendi
Porque todos los sentimientos grandes son benignos y tienen su asiento originariamente en el amor.
Ruy Barbosa
En los errores ajenos aprende y no culpes. Si cierras los ojos a la parte que hace advertidos, no los abras a la que hace culpados: agradece lo que te ilustra con callarle lo que le mancha. ¿Quién nace tan absoluto que reprehenda libre?
Salvador Jacinto Polo de Medina