El ajedrez es una frivolidad primorosa.
Edgar Allan Poe
Me daban pena los hombres de los gimnasios, intentando verse como indicaban Calvin Klein o Tommy Hilfiger.
Edward Norton
El hombre que cortésmente indica el camino al que se ha perdido, hace como si encendiera la lámpara de aquél con su propia lámpara; y aquélla brilla para él no menos que para aquél.
Ennio
Debemos instigar las contradicciones del régimen desde una posición socialista, desde la representación de los intereses de la clase trabajadora y nunca desde posiciones ambiguas.
Felipe González
Haz según decimos, y no según hacemos.
Giovanni Boccaccio
Había despertado una parte de mí que llevaba largo tiempo durmiendo. Al darme cuenta, me sentí tan triste que se me saltaron las lágrimas. Ella había sido una mujer excepcional. Alguien hubiera debido salvarla.
Haruki Murakami
No hay historia a menos que lo hayas escrito.
Hunter S. Thompson
En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa del Reino de los Cielos. ¡El que pueda entender, que entienda! (Evangelio según San Mateo 19:12.)
Jesús de Nazaret
Quien quisiere ser amado, trabaje por ser presente; que cuan presto fuere ausente, tan presto será olvidado quien no estuviese en presencia, pues son olvido y mudanza las condiciones de ausencia.
Jorge Manrique
Ni en la antropofagia - primera práctica del género humano- ni en la esclavitud se encuentra rasgo alguno de principios divinos.
Mijaíl Bakunin
Con la supervivencia del más fuerte, cada día es un reto.
Nas
Los errores fortalecen, a condición de no dejarse abatir por ellos, y enseñan lo que no se ha de hacer otra vez, lo que se ha de evitar.
Noel Clarasó
La risa ruidosa muestra la vaciedad del espíritu.
Oliver Goldsmith
La violencia es siempre un acto de debilidad y generalmente la operan quienes se sienten perdidos.
Paul Valéry
Cuando sacar pasta de dientes del tubo, no poder volver a meter.
Santiago Segura
La libertad tiene mil encantos que los esclavos, aunque satisfechos, jamás conocen.
William Cowper