La nariz de una multitud es su imaginación. Por ella, en cualquier momento, puede guiársela serenamente.
Edgar Allan Poe
No esperes por el juicio final. Se lleva a cabo cada día.
Albert Camus
Si de veras llegásemos a poder comprender, ya no podríamos juzgar.
André Malraux
Los santos, como hemos dicho, son los verdaderos reformadores. Ahora quisiera expresarlo de manera más radical aún: sólo de los santos, sólo de Dios proviene la verdadera revolución, el cambio decisivo del mundo.
Benedicto XVI
El socialismo es la única perspectiva que tienen los pueblos para lograr un cambio profundo en sus condiciones de vida.
Carlos Fonseca
Que uno espere sobrevivir a todos es el pecado capital.
Elias Canetti
Podrá nublarse el sol eternamente, podrá secarse por un instante el mar, podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal... ¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón, pero jamás podrá apagarse en mi la llama de tu amor.
Gustavo Adolfo Bécquer
La vida sólo es real cuando estamos despiertos; sólo entonces tenemos la posibilidad de liberarnos de nuestras ilusiones, de nuestras enfermedades y de nuestro sufrimiento individual y colectivo.
Jon Kabat-Zinn
Si el rock es ilegal metan mi trasero a la cárcel.
Kurt Cobain
Y cada día, mi gobierno me pasa cuentas de los cadáveres logrados por la ciencia militar en Vietnam.
Kurt Vonnegut
Todas las mujeres durmieron en mi cama, sobre todo la cocinera y la cantante inglesa. Hoy crecí. Las mujeres huyeron pero tú viniste trayéndome todas en tu cuerpo.
Oswald de Andrade
El secreto de los Illuminati es que no sabes que eres miembro hasta que es demasiado tarde para salirse.
Robert Anton Wilson
Ningún gran hombre ha alcanzado su grandeza por medio de la imitación.
Samuel Johnson
Una vez que se ha cedido al primer impulso, nadie puede contenerse.
Séneca
La política de una democracia que implica desacuerdo, que promueve la sinceridad, ha sido sustituida por la psicoterapia. Lloremos juntos. Pero no seamos todos juntos unos estúpidos.
Susan Sontag
Estamos hechos de la misma materia que los sueños y nuestra pequeña vida termina durmiendo.
William Shakespeare