Yo amo Casa Bonita, hombre.
Eddie Guerrero
Por bien que se hable, cuando se habla demasiado, siempre se acaban diciendo tonterías.
Alejandro Dumas
Siempre he creído que todo aquello que no elijes, es lo que te define.
Casey Affleck
La salud del pueblo está en la supremacía de la ley.
Cicerón
Puedes hacer todo lo que tu mente quiera.
Eminem
Sé que jamás la encontraré. Te saldré a bailar para disfrazar el drama que llevo adentro.
Enrique Cadícamo
En combate cercano, la victoria es del que tiene una bala más en el cargador.
Erwin Rommel
Para vivir solo hay que ser un animal o un dios -dice Aristóteles-. Falta el tercer caso: hay que ser ambas cosas - un filósofo.
Friedrich Nietzsche
La habilidad mata a la sabiduría; ésta es una de las pocas cosas ciertas y tristes.
Gilbert Keith Chesterton
Despertaré tu desánimo MC si estás hinchado como Diego Armando Cocadona.
Kase.O
Estoy muy acostumbrado a los ataques de los medios de comunicación, entonces sé que producen este tipo de declaraciones: que yo me sitúo en una posición victimista, es decir, que me atribuyo más culpas de las que tengo.
Marcelo Bielsa
El régimen sedicente comunista falló por no ser auténticamente socialista: porque, lejos de socializar la economía, la política y la cultura, las estatizó y, a su vez, sometió el Estado a la dictadura del partido. Una vez más: no puede haber socialismo auténtico, o sea, igualdad, allí donde el poder económico, político y cultural están concentrados en manos de una pequeña minoría.
Mario Bunge
Aquí tengo una voz enardecida, aquí tengo un vida combatida y airada, aquí tengo un rumor, aquí tengo una vida.
Miguel Hernández
Toda tecnología posee una filosofía que se expresa en la forma en que esa tecnología consigue que la gente utilice su mente, en lo que consigue que hagamos con nuestro cuerpos, en cuál de nuestros sentidos desarrolla, en cuál de nuestra tendencias emocionales e intelectuales desecha.
Neil Postman
La mujer es como la sombra: si la huyes, sigue; si las sigues, huye.
Nicolas Chamfort
Lo que aquí se ha olvidado, por militares y civiles, para mal del país y de las propias organizaciones castrenses, es aquella regla de oro que se aplica y prevalece en todas las naciones civilizadas del mundo, cualesquiera sean su régimen político o su signo ideológico dominante, y que determina que las Fuerzas Armadas deben subordinarse a la autoridad civil institucionalmente establecida.
Raúl Alfonsín