Las convicciones son un lujo que sólo se pueden dar los observadores.
Ed Harris
Yo era demasiado feliz para guardar en el corazón un sentimiento de enemistad.
Aleksandr Pushkin
Las distinciones raciales no deben tener cabida en el deporte.
Barón Pierre de Coubertin
La sabiduría es mejor que la plata y el oro.
Bob Marley
Son siempre más sinceras las cosas que decimos cuando el ánimo se siente airado que cuando está tranquilo.
Cicerón
Quizá puedan referirse todos los instintos morales al querer tener y al querer conservar.
Friedrich Nietzsche
La amabilidad es la forma más segura del desdén.
Heinrich Böll
En los trances duros y lo mismo en la bonanza mantente siempre con ánimo sosegado.
Horacio
Vosotros estáis en el pleno goce de vuestros derechos: ved ahí el fruto de mis ansias y desvelos, y ved ahí también todo el premio de mi afán. Ahora en vosotros está el conservarlo. Yo tengo la satisfacción honrosa de presentaros de nuevo mis sacrificios y desvelos, si gustáis hacerlo estable. Nuestra historia es la de los héroes.
José Gervasio Artigas
Las amenazas sólo son armas para el amenazado.
Leonardo da Vinci
El exilio es parte de mí. Cuando vivo en el exilio llevo mi tierra conmigo. Cuando vivo en mi tierra, siento el exilio conmigo. La ocupación es el exilio. La ausencia de justicia es el exilio. Permanecer horas en un control militar es el exilio. Saber que el futuro no será mejor que el presente es el exilio. El porvenir es siempre peor para nosotros. Eso es el exilio.
Mahmud Darwish
Todo lo que veo me enseña a tener confianza en el Creador de todo aquello que no he visto nunca.
Ralph Waldo Emerson
Hacerte invencible significa conocerte a ti mismo.
Sun Tzu
No hay que entregarles el corazón a los seres salvajes: cuanto más se lo entregas, más fuertes se hacen. Hasta que se sienten lo suficientemente fuertes para huir al bosque. O subirse volando a un árbol. Y luego a otro árbol más alto. Y luego al cielo. Así terminará usted, Mr. Bell, si se entrega a alguna criatura salvaje. Terminará con la mirada fija en el cielo.
Truman Capote
¡Qué fuerza tiene el alma humana!
Virginia Woolf
Quiero que la concentración y el romance, y los mundos todos pegados, fundido, brillante: no tienen tiempo para perder más en prosa.