Porque estoy muy jodido, Anastasia. Tengo muchas más sombras que luces. Cincuenta sombras más.
E. L. James
Escuché el silencio y sabía que el balón iba adentro.
Andrés Iniesta
No hay nada peor que sentir picor y no poder rascarse.
Brion James
Mi meta no es hacerme la vida más sencilla. Mi meta es hacerme más sencilla a mí misma.
Chuck Palahniuk
Solía Diógenes algunas veces irse a las estatuas y demandarles alguna cosa. Y como se maravillasen de esto los que lo veían, dijo: Hago esto para acostumbrarme a no moverme ni perturbarme si alguna vez demandare algo a los hombres y no lo alcanzare.
Erasmo de Róterdam
Nuestra doctrina se presta adecuadamente para la formación de hombres del Pueblo que piensan que su misión en la vida es luchar para el Pueblo, por el Pueblo... y en el Pueblo.
Juan Domingo Perón
Sólo cree saber bastante el que no sabe nada.
Manuel Tamayo y Baus
Nuestros barcos eran, ciertamente, juguete de los vientos y las olas, del mismo modo que Gulliver lo era de los gigantes brobdinagianos, pero nosotros, en nuestra estable morada, quedábamos a salvo de las heridas de aquella naturaleza en erupción.
Mary Shelley
Reemplazar la solidaridad natural por la práctica hipócrita y malsana de las comunidades religiosas, en las que bajo la apariencia de la caridad, cada cual piensa sólo en la salvación de su alma: egoísmo humano altamente refinado.
Mijaíl Bakunin
Seré muy breve: Te he perdido y esto duele de Ocho y medio, Desaparezca aquí.
Nacho Vegas
Si tienes una cara hermosa no necesitas falsas y grandes siliconas para conseguir la atención de alguien.
Paris Hilton
¿Sabe un perro que va a morir?
Pierre Rey
Hay dos motivaciones para desarrollar un programa libre. Una es que no haya ningún programa que haga el trabajo. Desafortunadamente, aceptar el uso de un programa no-libre elimina esa motivación. La otra es el deseo de ser libre, que motiva a la gente a escribir reemplazos libres para los programas no-libres. En estos casos, ese motivo es el único que puede hacer el trabajo.
Richard Stallman
Al que la razón no pudo dar remedio, muchas veces se lo dio la paciencia.
Séneca
El bosque siempre ha sido nuestro lugar seguro, nuestro lugar fuera del alcance del Capitolio, donde teníamos libertad para decir lo que quisiéramos, para ser quienes éramos en realidad. Al menos antes de los juegos.
Suzanne Collins
Para tender a la perfección, hay que revestirse del Espíritu de Cristo.
Vicente de Paul