Alguien me aburrió. Creo que soy yo.
Dylan Thomas
La bien templada hoja de mi espada hiende los cascos de los guerreros, mi potente lanza arremete certera, mi fuerza vale por la fuerza de diez, porque mi corazón es puro.
Alfred Tennyson
Sólo hay dos cosas en el arte: la humanidad o la falta de ella. La simple forma, algún detalle en sí, no crea humanidad. Hoy en día contamos con suficiente arquitectura mala y superficial que es moderna.
Alvar Aalto
Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora.
Buda Gautama
Existía una especie de justicia bíblica de la que no podía defenderse. Ojo por ojo, diente por diente.
Camilla Läckberg
La mayoría de las personas son presos, pensando sólo en el futuro o el pasado. No viven el presente, y el presente es donde empieza todo.
Carlos Santana
Todas las cosas son imposibles, mientras lo parecen.
Concepción Arenal
El tedio puede escuchar todas las voces tentadoras, tiene camino para todos los extravíos, y no hay aberración que en un momento dado no pueda servirle de espectáculo.
El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno.
Gabriel García Márquez
Si el capital invertido dentro del país produce menos que el invertido en el extranjero, situarán su dinero más allá de las fronteras, y si no pueden hallar en ninguna parte una remuneración bastante que compense los riesgos, dejarán de invertir en absoluto.
Henry Hazlitt
Desearía que mi corazón fuese depositado en el de Buenos Aires.
José de San Martín
No se puede razonar sobre el alma sin explicar en particular los procesos psíquicos: aquí el progreso debe consistir precisamente en abandonar las teorías generales y los sistemas filosóficos sobre lo que es el alma y saber proporcionar una base científica al estudio de los hechos que caracterizan tales o cuales procesos psíquicos.
Lenin
La improvisación es la verdadera piedra de toque del ingenio.
Molière
Sólo los hombres libres pueden negociar; los presos no pueden firmar contratos. Su libertad y la mía no pueden separarse.
Nelson Mandela
El alma es un acorde; la disonancia, su enfermedad.
Pitágoras
Nos sumergimos en los placeres o nos sumergimos en el fervor divino de cualquier modo buscamos el olvido de nosotros mismos.
Robert Hamerling